"Lo alienante son 8 horas de trabajo diario"
Nacida en Cuba en a?o ignoto, hija de burgues¨ªa rural -padre m¨¦dico, madre enfermera-, Delia Fiallo emigr¨¦ con su familia a Miami en el 66 y desde entonces no ha vuelto. Antes se licenci¨® en Filosof¨ªa y Letras y cultiv¨® el cuento corto, que le vali¨® un premio, pero la radionovela se cruz¨® en su camino, y su trabajo, extendido m¨¢s adelante a la telenovela, la ha convertido en una de las autoras de culebrones m¨¢s prestigiosa. Esmeralda, Lucecita, Una muchacha llamada Milagros, Topacio, Leonela, Cristal y Kassandra son los t¨ªtulos de algunas de sus obras.Pregunta. ?Cu¨¢les son los antecedentes de la telenovela?
Respuesta. Los melodramas del siglo XVIII, los grandes folletinistas como Balzac, Victor Hugo, Dumas, Dickens... Ya m¨¢s cerca, todo empez¨® en Norteam¨¦rica, con las soap operas de la radio, y la moda pas¨¦ a Cuba, en donde el g¨¦nero ten¨ªa un curioso antecedente en los lectores de tabaquer¨ªa, que, para entretener a los obreros, le¨ªan las novelas melodram¨¢ticas y rom¨¢nticas m¨¢s famosas, siguiendo las preferencias del auditorio. La radio empez¨®, en 1922, ofreciendo adaptaciones de obras de teatro, y por los a?os cuarenta fue famoso un programa cuya inolvidable presentaci¨®n dec¨ªa as¨ª: "?brense las p¨¢ginas sonoras de la Novela del Aire para brindar a ustedes la emoci¨®n y el romance de un nuevo cap¨ªtulo".
P. Pero usted iba para escritora seria. ?Qu¨¦ la hizo cambiar? ?Escuchar los ¨¦xitos del momento?
R. No, yo sab¨ªa de El derecho de nacer, Ave sin miedo o El collar de l¨¢grimas, grandes sucesos que mi madre o¨ªa., pero yo no, porque estaba ocupada estudiando. Pero entonces me llamaron las empresas que produc¨ªan las novelas en la radio, y a m¨ª me atrajo el medio. No sab¨ªa lo que era un libreto de radio, no conoc¨ªa la t¨¦cnica, pero cuando me empezaron a explicar, pretendemos esto, la novela es esto, es contar una historia, ya me fui envolviendo en lo que era esta narraci¨®n de fantas¨ªa, y cuando escrib¨ª mi primera radionovela me atrap¨® el g¨¦nero.
P. ?Y la, televisi¨®n?
R. En Cuba empez¨® en el 50, y dos a?os despu¨¦s se emiti¨® la primera novela de continuidad de la Am¨¦rica Latina, Senderos de amor, escrita por Mario Barral. En el 52, yo fui la segunda autora que desarroll¨® este g¨¦nero, en el espacio Mi¨¦rcoles de amor Palmolive. Desde entonces ac¨¢, en todas, partes de Am¨¦rica, Europa, Asia, pa¨ªses ¨¢rabes y ¨²ltimamente en Rusia, de lunes a viernes, hay 1.600 millones de personas que disfrutan y se emocionan diariamente viendo las telenovelas.
P. ?C¨®mo tiene que ser una telenovela bien hecha?
R. Idealmente, debiera ser comprendida en su totalidad en cada cap¨ªtulo, o por lo menos en sus cuestiones fundamentales, sin necesidad de haber visto lo anterior. Es b¨¢sico que se logren tres factores en cada cap¨ªtulo: dar un paso adelante en la trama, ofrecer elementos de reiteraci¨®n y preparar las situaciones
P. ?Usted cree que esas series ayudan a que la gente sea feliz o, cuando menos, sobrelleven mejor lo que les ha tocado en suerte?
R. Por supuesto que s¨ª. Se dice que la telenovela es alienante, y yo digo, como ya lo he dicho en otras, ocasiones, que lo alienante son las ocho horas de trabajo, el tr¨¢nsito, el aumento de los precios, la lucha por la vida, la delincuencia. Cuando se llega al hogar despu¨¦s de las ten siones diarias, t¨² te- sientas y te escapas un. poco con lo que ves en la pantalla, y eso es una labor de salud mental. Es muy bonito, adem¨¢s, c¨®mo conecta la telenovela. Hay se?oras que me han dicho, mira, mi esposo antes se iba con los amigos a tomar una cerveza, ahora se queda y vemos juntos la telenovela, conversamos de ella. Y se termina el cap¨ªtulo y una hermana llama a la otra, o entre vecinas, y se comenta lo que va a pasar. En Miami, que hay una brecha generacional muy grande entre la gente mayor que lleg¨® de Cuba, una abuelita por ejemplo, con su cultura, y las muchachas que han nacido all¨¢ y tienen otra cultura, otras costumbres, pues que no tienen nada de comunicaci¨®n. Y una se?ora me dec¨ªa qu¨¦, bueno, ahora, mi nieta, una adolescente, ve la novela junto conmigo, se ha' roto ese muro que hab¨ªa entre las dos y tenemos ese punto de comunicaci¨®n.
P. ?Y es un lenguaje universal?
R. S¨ª. Mi amor, es el lenguaje de las emociones, la telenovela es una comunicadora de emociones, que son el com¨²n denomina dor del g¨¦nero humano. En todas las ¨¦pocas, en todos los pa¨ªses, el amor, la ambici¨®n, los celos, la envidia, son lo mismo. Todos los sentimos igual. Pero, por supuesto, el amor, que es la palanca que mueve al mundo.
P. ?Esa es la diferencia entre los seriales de EE UU y Latinoam¨¦rica?
R. S¨ª, las metas. En la telenovela americana es m¨¢s la lucha por el poder, por la riqueza, el dinero. Y la latina va m¨¢s a la riqueza de sentimientos, la felicidad. Son otros valores.
P. Todo ese traj¨ªn de los culebrones, con tantos familiares y vecinos con los que se comparte lo que ocurre, ?no tiene que ver con la nostalgia, en una sociedad urbana y bastante solitaria, por un mundo rural que, al tener que abandonarlo, se idealiz¨®?
R. Por supuesto. T¨² sabes, una de las t¨®nicas de todas mis telenovelas es la problem¨¢tica familiar, el hogar la defensa de ese n¨²cleo que es el n¨²cleo. de la sociedad, que no se rompa la unidad familiar.
P. ?Qu¨¦ le parece el regreso de Carlos Mata con peluqu¨ªn en D¨¦jate querer?
R. No la he visto. Bueno, el tiempo pasa para todos, imag¨ªnate. Es la ventaja que tenemos los que estamos detr¨¢s de las c¨¢maras, que yo puedo seguir escribiendo aunque llegue a andar con un bast¨®n.
P. ?Cu¨¢l es su pareja protagonista ideal?
R. No te lo puedo decir, por que los dem¨¢s me matan. Indudablemente, los actores para m¨ª tienen un valoren la medida en que desarrollen mis personajes. Si en este momento hay una pareja protag¨®nica que est¨¢ enriqueciendo mi obra con sus actuaciones, yo los adoro y son mis int¨¦rpretes favoritos. Termin¨® esa novela y viene otra pareja, y es el mismo proceso.
P. Como autora, supongo que le interesan m¨¢s. las malas mujeres que esos paradigmas de bondad que suelen ser las protagonistas.
R. Evidentemente. En las buenas, nosotros tratamos, por lo menos en mi caso, de crear un modelo ideal, porque yo creo que el p¨²blico copia mucho a los personajes que ama, y no quiero crear un modelo negativo. Pero las malas tienen una riqueza de caracterolog¨ªa much¨ªsimo m¨¢s vasta.
P. Aunque al final siempre se las castiga, cosa que no ocurre en la vida real.
R. Yo creo que s¨ª ocurre, yo tengo un convencimiento, no s¨¦ si ser¨¢ falso o no, de que el bien a la larga triunfa y que el mal recibe un castigo, y todos los d¨ªas recibo pruebas de que es as¨ª.
P. ?C¨®mo se inspira para sus temas?
R. A veces surgen de mi fantas¨ªa. O de un hecho ver¨ªdico, de algo que me cuentan, de una realidad social. En muchas ocasiones me baso en un personaje que me motiva, que me enamora, y 'alrededor de ¨¦l, teniendo en cuenta sus antecedentes, construyo la historia. Otras veces me baso en los ambientes: escribo la novela del mar, la de la selva, la del circo, y eso me ofrece perspectivas muy ricas y novedosas.
P. Pero la constante es siempre el amor.
R. Un amor contrariado, una pareja que se ama y se enfrenta a una serie de dificultades, con una serie de subtramas enlazadas, de modo que los conflictos abarquen a un gran conglomerado humano. La telenovela es un anecdotario de lo cotidiano, en donde el espectador, identific¨¢ndose con los seres de ficci¨®n, puede realizar la fantas¨ªa, la intenci¨®n del amor y el sexo frustrados en la vida real. Por eso la necesidad del final feliz, el final ¨¦tico. Ser¨ªa demasiado frustrante y amargo para el televidente que seres a los que acompa?¨® durante meses en sus luchas y sufrimientos no lograran la realizaci¨®n de sus sue?os.
P. Personalmente, ?tambi¨¦n cree que el amor es lo m¨¢s importante?
R. S¨ª, creo que uno de los grandes problemas del ser humano es conquistar, tener tu pareja. Porque es lo que te dura toda la vida. Y si t¨² logras triunfos profesionales y de riqueza, pero no te sientes compensada sentimentalmente, nunca te vas a sentir plenamente realizada.
"Hay se?oras que me dicen: mi esposo antes se iba con los amigos, ahora se queda y vemos la telenovela"
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