Destino: Familia Mart¨ªn. Espa?a. / Remite: Ignacio. Cuba.

"Querida familia: Esto de venir a Cuba en busca del legado del bisabuelo Dami¨¢n ha sido un acierto. Lo estoy pasando bomba. De momento no he adivinado nada sobre nuestro antepasado, pero he conocido a los miembros del tr¨ªo Matacabras. Todas las noches nos ponemos ciegos a mojitos en La Bodeguita y terminamos cantando "lleg¨® el comandante y mand¨® a parar, mand¨® a parar".Al lado de donde me hospedo vive un arquitecto que intent¨® cruzar el charco hacia Miami y fall¨® en el intento. Le tienen quemado. La diversi¨®n local consiste en pasar por delante de su casa e insultarlo. Yo mismo me he visto arrastrado por las circunstancias y cada madrugada al volver del hotel, le pido al taxista que pare un momento, bajo las venta nillas y le grito: "?Mart¨ªnez, mojadito, flojito de piernas!".

En la isla hay mucha pobreza y no demasiadas cosas que hacer. A¨²n as¨ª, los cubanos lo llevan con una entereza que da calambre. Muchos se pasan el d¨ªa andando de un sitio a otro sin aparente rumbo. Si les preguntas, todos te contestan lo mismo: que van a hacer un bisnes.

La tienda del bisabuelo Dami¨¢n es hoy la casa del chivato de la zona. Este compadre se dedica a espiar a los vecinos y, en cuanto atisba algo raro, lo reporta al partido. Tiene a todo el barrio asfixiado. Le pregunt¨¦ por nuestro pariente y me dijo que era un "huev¨®n imperialista". Sin embargo, me inform¨® del tr¨¢mite oficial para reclamar la propiedad de la vivienda: "olv¨ªdelo?'. La Habana es precioso y, con una manita de pintura, se saldr¨ªa. Por cierto, he visto una mulata que se parece mucho a la abuela Berta. Es broma. Nos vemos pronto. Ignacio".