Destino: Marisa. Toledo / Remite: Tere y Fede. La Palma.

Hola: estamos en la habitaci¨®n que hemos marcado con una flecha. Tenemos una vista muy bonita del mar, pero como en la terraza s¨®lo cabe uno de perfil, la disfrutamos poco. El hotel est¨¢ plagado de alemanes. Si no fuera porque dan paella en el men¨², pensar¨ªamos que est¨¢bamos en M¨²nich. Esta gente nos tiene alucinados. En el comedor somos 500 y no se oye una mosca. Hay un mont¨®n de ni?os peque?os y ni rechistan. No s¨¦ c¨®mo los educar¨¢n en Alemania. Fede dice que, seguramente, desde beb¨¦s, cuando lloran o se hacen pis, les arriman la cara al suelo y dan golpes cerca de un peri¨®dico enrollado.Hemos estado de excursi¨®n en la caldera de Taburiente. Nos metimos por un caminito, que empez¨® a estrecharse, y casi nos despe?amos. Al volver vimos una cruz y le preguntamos al guarda de la entrada. Nos dijo que era uno que se cay¨® hace dos a?os. Como nos vio con cara de preocupaci¨®n, a?adi¨® para quitarle hierro: "No, si todos los veranos caen 10 o 12. ?ste llevamos ya siete".

Tambi¨¦n nos hemos tirado en parapente con un monitor. A m¨ª me gust¨® mucho, pero a Fede le dio un pasmo. Creo que le dejaron manejarlo un poco y, del susto, peg¨® tal tir¨®n que cayeron como un saco 50 metros. Menos mal que el monitor se hizo con las riendas, que si no lo tengo que recoger con pala. Lleva ya dos d¨ªas d¨¢ndome la bronca para que ni se me ocurra volver a lanzarme. Con lo bien que planea una servidora, t¨².

El pescado que nos recomendaste, la vieja, ni probarlo. Con el relajo, tardamos tanto siempre en arrancar, que para cuando llegamos no pillamos nunca mesa. T¨ªpico. Aufidersen: T. y F.