BOFETADA EUROPEA
Carmen D¨ªez de Rivera, "muy temperamental", seg¨²n propia confesi¨®n, fue incapaz de contenerse ayer pese a que com¨ªa un bocadillo tranquilamente en la cafeter¨ªa de la sede comunitaria en Bruselas. Nada m¨¢s ver llegar a su rival del PP Ignacio Salafranca, la eurodiputada socialista perdi¨® el apetito y la compostura. Se levant¨®, fue a por ¨¦l y le propin¨® una contundente bofetada. Era el colof¨®n de una acalorada pol¨¦mica, d¨ªas atr¨¢s, sobre la huelga de los controladores aereos. Diez de Rivera impidi¨® la comparecencia del director de Turismo de Baleares, que pretend¨ªa el PP, y como respuesta se encontr¨® con una dura cr¨ªtica de amplio eco en la prensa del archipi¨¦lago. Ayer, para dejar constancia de que ella no veta a nadie, le dej¨® los dedos marcados en la cara a Salafranca. Abel Matutes fue testigo- .
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