Marco econ¨®mico
TODOS LOS datos confirman que la econom¨ªa espa?ola ha entrado, al igual que las dem¨¢s europeas, en un proceso claro de recuperaci¨®n econ¨®mica. As¨ª lo refleja el aumento del producto interior bruto (PIB) en el segundo trimestre: 1,6%, frente al 0,7% en el primero. Pero ha vuelto a ser la demanda externa la principal responsable de ese crecimiento -aunque en menor escala que en trimestres anteriores-, a causa de la mayor expansi¨®n de las importaciones.En todo caso, los diversos componentes de la demanda nacional parecen escapar finalmente a la aton¨ªa. La inversi¨®n en bienes de equipo- crece el 3,41/o anual, mientras que el consumo privado lo hace en un 1,8%. Esta evoluci¨®n de la demanda se ve confirmada por otros indicadores divulgados en las ¨²ltimas semanas -¨ªndice de producci¨®n industrial en junio, de ventas en grandes superficies en agosto, balanza por cuenta corriente en julio...- que respaldan ese diagn¨®stico que sit¨²a la econom¨ªa espa?ola en una senda de crecimiento que se mantendr¨¢ en 1995.
Si esa recuperaci¨®n es evidente, no lo es menos que su intensidad y, sobre todo, las "dificultades que plantea el control de sus principales desequilibrios siguen provocando incertidumbre entre los agentes econ¨®micos. El IPC de agosto ya ha puesto de manifiesto lo dificil que resulta mantener la inflaci¨®n en los l¨ªmites previstos por el Gobierno de forma que se vaya aproximando a los niveles europeos. Pero esa adversa evoluci¨®n de la inflaci¨®n incide negativamente en otro factor importante para el crecimiento econ¨®mico: la reducci¨®n de los tipos de inter¨¦s a largo plazo. Hoy tales tipos se encuentran en niveles poco compatibles con el fortalecimiento de la inversi¨®n privada, con la mejora del mercado de trabajo y con la disminuci¨®n de la elevada carga financiera que habr¨¢n de soportar los pr¨®ximos Presupuestos Generales del Estado.
De lo hecho p¨²blico por el Gobierno sobre los, Presupuestos se deduce que no ser¨¢n tan restrictivos como se preve¨ªa. Al aumento de los gastos en Sanidad se acompa?a la vinculaci¨®n de algunas partidas a la evoluci¨®n del IPC. Con ello se han impuesto los objetivos de reactivaci¨®n de la econom¨ªa sobre los de la dr¨¢stica reducci¨®n del gasto p¨²blico. ?ste aumenta un 5% en su conjunto, lo que obliga una vez m¨¢s a sacrificar la inversi¨®n publica, que se sit¨²a por debajo del 5% del PIB comprometido y no alcanzado este a?o.
La reducci¨®n en las cuotas empresariales a la Seguridad Social se ha convertido en la se?al m¨¢s emblem¨¢tica del apoyo a la econom¨ªa productiva exigido por Converg¨¦ncia i Uni¨® (CiU). Pero sus consecuencias no est¨¢n del todo claras hoy por hoy, aunque se pueda prever en primera instancia que ese alivio de los costes laborales mejorar¨¢ la competitividad empresarial y el empleo. La decisi¨®n de compensar el descenso de las cotizaciones sociales con aumentos en los tipos del IVA no es una buena noticia. Permite anticipar -y existe sobrada evidencia emp¨ªrica al respecto- un impacto adverso sobre la evoluci¨®n del ya maltrecho IPC. El objetivo de sujetar la inflaci¨®n en un 3,5%, que nuevamente se fija el Gobierno para 1995, se hace as¨ª m¨¢s dif¨ªcil.
Es un elemento m¨¢s que justifica cierto escepticismo y que no contribuye a hacer de la pol¨ªtica presupuestaria la principal v¨ªa de reducci¨®n de la incertidumbre que planea sobre la econom¨ªa espa?ola. S¨®lo cabe esperar que el debate parlamentario sirva para despejar esas dudas y dotar de mayor credibilidad a las opciones presupuestarias del Gobierno. ?ste deber¨¢ explicar con detalle la fundamentaci¨®n de tales opciones y convencer de que son coherentes con el entorno econ¨®mico. Y los partidos de la oposici¨®n tendr¨¢n oportunidad de demostrar que no s¨®lo son capaces de criticar al Gobierno, sino de defender con rigor sus propios proyectos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.