El 'caso Longuet' se convierte en un desastre pol¨ªtico para Balladur

El caso Longuet se agrava por momentos. Representantes de todos los partidos franceses y de los tres sindicatos judiciales protestaron ayer contra la demora en el procesamiento por corrupci¨®n del ministro de Industria, G¨¦rard Longuet. El primer ministro, Edouard Balladur, no supo calcular el riesgo que asum¨ªa al proteger a Longuet. La campa?a anticorrupci¨®n emprendida por Balladur ha perdido cr¨¦dito, y sus aspiraciones presidenciales han sufrido mella. Todo, para nada, porque parece seguro que el ministro ser¨¢ finalmente procesado y deber¨¢ dimitir.No era un buen d¨ªa, el de ayer, para mostrar condescendencia hacia la corrupci¨®n. Con el implacable juez Renaud van Ruymbeke interrogando durante m¨¢s de 24 horas consecutivas al presidente de la Cogedim, una de las mayores constructoras francesas, sobre las donaciones ilegales a partidos pol¨ªticos; con todas las portadas de prensa reflejando el rebrote de los negocios turbios; y dada la sensibilidad del p¨²blico hacia estos esc¨¢ndalos, a Balladur le conven¨ªa distanciarse de Longuet. Dejarle caer. Hizo, sin embargo, lo contrario: darle un mes de plazo para reforzar su defensa e intentar eludir un procesamiento que el propio ministro de Justicia, Pierre M¨¦haignerie, otro de los da?ados por el asunto, considera inevitable.

El gesto de Balladur fue mal acogido por todo el mundo. "Ser¨¢ un mes muy dificil, tanto para el ministro, como para el partido, como para el gobierno", dijo un diputado del Partido Republicano, el grupo conservador presidido por Longuet.

En efecto, el caso Longuet ha obligado a Balladur a actuar m¨¢s como candidato a la presidencia que como primer ministro. A siete meses de las presidenciales (salvo fallecimiento de Fran?ois Mitterrand), y a¨²n muy lejos de enero, cuando el primer ministro pensaba poner en marcha su campa?a, se ha encontrado con que se tambaleaba uno de sus principales valedores. Longuet es presidente del Partido Republicano y puede orientar ese grupo, el mayor de entre los integrados en la coalici¨®n giscardiana UDF, hacia Balladur o hacia Chirac.

Partidario hasta ahora del primer ministro, Longuet le plante¨® las cosas sin sutileza: permite mi procesamiento y mi cese y me paso al campo de Chirac. Y Balladur cedi¨®, para mal de ambos. Longuet ser¨¢ muy probablemente procesado y, en esa situaci¨®n, poco podr¨¢ influir en la campa?a presidencial.