El Parlamento de Hait¨ª discute la ley que concede inmunidad a los golpistas
MARUJA TORRES, ENVIADA ESPECIAL, Pocos minutos despu¨¦s de iniciarse la asamblea general del Parlamento haitiano, en sesi¨®n extraordinaria convocada por Jean-Bertrand Aristide desde Washington, para aprobar la Ley de Amnist¨ªa, un joven partidario del presidente constitucional cay¨® abatido por los disparos de un attach¨¦ o esbirro civil del r¨¦gimen militar. Fue en el transcurso de una manifestaci¨®n a unos cientos de metros del Parlamento. Ayer se supo que cinco personas partidarias del r¨¦gimen militar que gobierna en Hait¨ª resultaron muertas a golpes de machete por adeptos del presidente Aristide, entre el lunes y el martes, a 70 kil¨®metros de cabo Haitiano, al norte del pa¨ªs.
Las tropas norteamericanas que custodiaban fuertemente el edificio del Parlamento en Puerto Pr¨ªncipe -rodeado de rollos de espino y defendido hasta por 12 veh¨ªculos blindados y soldados de a pie-, reaccionaron con serenidad. En torno al palacio, peque?o, blanco y humilde, una multitud desharrapada y feliz saludaba con toda clase de canciones la primera reuni¨®n del Senado y el Congreso en tres a?os de dictadura.Dentro, se alcanzaba el quorum necesario de 42 diputados y 11 senadores -sobraban de los primeros: hab¨ªa 54- aproximadamente hora y media despu¨¦s de iniciada la sesi¨®n, a las 2 de la tarde de ayer, hora local (5 horas m¨¢s tarde en Espa?a), y se guardaba un minuto de silencio a la memoria de "los ca¨ªdos durante los ¨²ltimos tres a?os, de los soldados haitianos, particularmente los ca¨ªdos en Cabo Haitiano el pasado s¨¢bado, y del soldado norteamericano que se ha dado muerte en el hotel Ville d'Accuil", en palabras del presidente de la Asamblea y del Senado, Firmin Jean-Louis, que iba impecablemente vestido de blanco, con pajarita y elegante sombrero negro. En el orden del d¨ªa se incluy¨® s¨®lo su discurso, un prolijo repaso a la historia reciente de Hait¨ª, en el que recalc¨® la necesidad de encontrar una soluci¨®n pac¨ªfica a la crisis haitiana".
La sesi¨®n de la Asamblea ser¨¢ permanente y, seg¨²n los expertos, puede durar d¨ªas, e incluso semanas. El momento m¨¢s emocionante se produjo cuando los diputados pro Aristide que llegaron del exilio y de la clandestinidad, protegidos por los soldados norteamericanos, se fundieron en interminables abrazos en el interior de la C¨¢mara. Llevaban a?os sin verse.
Jean-Philippe Kernacharlus, diputado del Partido Social Dem¨®crata, declar¨®: "Nosotros nos oponemos a la amnist¨ªa a los autores de delitos contra los derechos humanos, que ser¨¢n llevados ante la justicia. Los attach¨¦s y los militares tendr¨¢n que responder por ello. La amnist¨ªa hay que darla al crimen que se cometi¨® el d¨ªa del golpe, no a todo lo dem¨¢s". Patrick Norzeius, recien llegado de Estados Unidos, miembro de la Organizaci¨®n del Pueblo L'Avalas, de Aristide, sostiene que "est¨¢ clara la determinaci¨®n de aprobar una amnist¨ªa general", aunque prefiere no pronunciarse sobre cu¨¢ndo se alcanzar¨¢ el acuerdo.
William Swing, embajador de Estados Unidos, que se paseaba sin intervenir en las discusiones, indic¨® a los periodistas: "Hemos dado prioridad a la dimisi¨®n de C¨¦dras, como est¨¢ previsto en el acuerdo de la Isla del Gobernador. Si despu¨¦s se marcha del pa¨ªs, eso se ver¨¢". Evidentemente despistado por el ritmo tropical que el Parlamento haitiano puede imprimir a la discusi¨®n previa a la aprobaci¨®n -m¨¢s que probable- de la ley, el embajador dijo: "Tenemos que esperar y ver la forma en que act¨²an".
A la primera sesi¨®n no intentaron ni siquiera acudir los parlamentarios del Gobierno ileg¨ªtimo, y, desde luego, el general Raoul C¨¦dras ni siquiera asom¨® la nariz, a pesar de que, constitucionalmente, tiene derecho a estar presente, y de que se le invit¨®.
Lo m¨¢s preocupante de la jornada de ayer es que los attach¨¦s siguen armados -la primera jornada de la operaci¨®n Armas por dinero iniciada por las tropas estadounidenses desplegadas en el pa¨ªs para recoger armas s¨®lo sirvi¨® para reunir 25 piezs viejas- y matando a la poblaci¨®n indefensa en cuanto no hay vigilancia norteamericana a la vista, como se demostr¨® de nuevo en la tarde de ayer.
Pero la violencia tambi¨¦n ha comenzado a cebarse entre los partidarios del r¨¦gimen militar, como ayer asegur¨® una fuerte bien informada en la capital haitiana, informa France Presse. La aparici¨®n de los cad¨¢veres de cinco partidarios de C¨¦dras en Borgne, 70 kil¨®metros al este de Cabo Haitiano, entre ellas un attach¨¦, volvi¨® a poner sobre la, mesa el temor a enfrentamientos civiles.
Dos de todo
Hait¨ª es hoy un pa¨ªs bic¨¦falo, en el que todos los organismos e instituciones se encuentran por partida doble. Est¨¢, por un lado, el Gobierno del presidente Jonassaint, hoy llamado provisional, y claramente inconstitucional, porque surge de un golpe de Estado. De otra, hasta ahora en el exilio, tenemos al presidente Jean-Bertrand Aristide. Hay dos senados, dos congresos, dos tribunales supremos y, en la actualidad, los haitianos cuentan incluso con dos ej¨¦rcitos: el que les ha sumido en la dictadura, o sea, el suyo propio, y el de EE UU, que en este momento ejerce el papel de garante del retomo a la democracia.Para que no falte de nada, existen tambi¨¦n dos leyes de amnist¨ªa. La primera, incluida en los acuerdos de la Isla de los Gobernadores y la ley de amnist¨ªa que ahora ha ido a parar al Parlamento.
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