Los casos de corrupci¨®n llevan a Balladur a anticipar su campa?a presidencial
En teor¨ªa, hay a¨²n decenas de candidatos a la presidencia de Francia. En la pr¨¢ctica, s¨®lo quedan tres: los gaullistas ?douard Balladur y Jacques Chirac pugnan por representar a la derecha, mientras el socialista Jacques Delors ha asumido el liderazgo de la izquierda sin necesidad de decir palabra. El primer ministro Balladur, en apuros por las acusaciones de corrupci¨®n contra cuatro ministros de su Gobierno, ha decidido no esperar hasta enero y lanzarse ya a la campa?a.
Val¨¦ry Giscard d'Estaing y Raymond Barre han sido las primeras v¨ªctimas del balladurismo. El ex presidente Val¨¦ry Giscard d'Estaing quer¨ªa una segunda oportunidad. Su ex primer ministro Raymond Barre aspiraba tambi¨¦n a residir en el palacio presidencial. Los planes de uno y otro se hundieron este fin de semana, en una escena pat¨¦tica. Ambos deb¨ªan intervenir ante los parlamentarios de la coalici¨®n Uni¨®n para la Democracia Francesa (UDF), de la que el propio Giscard es presidente. A la hora convenida, el s¨¢bado a las 15.00, la sala estaba vac¨ªa. Sus presuntos entusiastas se hab¨ªan quedado de sobremesa con el rival ?douard Balladur.Ya no queda duda de que la coalici¨®n UDF se siente bien representada por el gaullista Balladur y renuncia a concurrir a las presidenciales con un candidato propio. Si hay candidato UDF, ser¨¢ s¨®lo t¨¢ctico: para mantener una imagen de autonom¨ªa frente a los gaullistas, con los que comparten el Gobierno, o m¨¢s probablemente para retirarlo a cambio de futuros favores del presidente Balladur. El combate por el liderazgo de la derecha queda circunscrito al interior de un partido, el gaullista Reagrupaci¨®n para la Rep¨²blica, cuyas estructuras crujen por las embestidas mutuas de Balladur y Chirac.
?douard Balladur se hab¨ªa acostumbrado ¨¢ sestear en lo alto de los sondeos de opini¨®n y a esperar que el tiempo le pusiera en la mano las llaves del palacio del El¨ªseo. Pero los jueces le est¨¢n complicando las cosas y, ante las acusaciones de corrupci¨®n contra su Gobierno, Balladur se ha visto obligado a actuar.
Primero, anticipando su golpe de mano sobre la UDF. Segundo, present¨¢ndose m¨¢s como futuro presidente que como actual primer ministro. En julio cay¨® un ministro, Alain Carignon, procesado por presunta corrupci¨®n. La semana pasada qued¨® en la picota y pendiente de dimisi¨®n el influyente G¨¦rard Longuet (Industria), presidente del Partido Republicano (PR) y puntal de la coalici¨®n UDF. Y otros dos caminar¨¢n pronto en la cuerda floja. Frangois L¨¦otard Defensa), presidente de honor del PR, y Alain Madelin (Empresas), ambos de la UDF y balladuristas, pueden ser encausados por corrupci¨®n a ra¨ªz de una investigaci¨®n que la fiscal¨ªa general debe abrir esta semana.
Investigaci¨®n
El nuevo caso se refiere a la financiaci¨®n del PR y a unas maletas llenas de dinero. Seg¨²n el juez Renaud van Ruyinbeke, que fue azote del Partido Socialista y ahora lo es del PR, 28 millones de francos (casi 700 millones de pesetas) en efectivo y de procedencia oscura fueron ingresados en las cuentas republicanas entre 1987 y 1991.Las fechas son esenciales, porque el Gobierno socialista que encabez¨® Michel Rocard aprob¨® en el a?o 1990 una amnist¨ªa para los delitos relacionados con la financiaci¨®n de los partidos pol¨ªticos. Si hubo alg¨²n ingreso posterior, como afirma el juez que investiga los actuales casos, no est¨¢ cubierto por la amnist¨ªa.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.