Pr¨¢cticas acad¨¦micas

Nos vemos obligados a ejercer el derecho legal de rectificaci¨®n ante la noticia aparecida en la p¨¢gina 30, en la secci¨®n de Sociedad, el 27 de septiembre de 1994, firmada por Eva Larrauri.

1. Las pr¨¢cticas acad¨¦micas de los universitarios en las empresas son una actividad formativa esencial. Los estudiantes que puedan realizarlas gozan de mayores posibilidades de encontrar trabajo tras licenciarse. Ninguna facultad prestigiosa las descuida. Habituales y de larga historia, en muchos centros las pr¨¢cticas constituyen una asignatura m¨¢s, obligatoria con frecuencia. Sin embargo, la redactora presenta de tal modo las pr¨¢cticas de la Facultad de Ciencias Sociales y de la Comunicaci¨®n de la Universidad del Pa¨ªs Vasco que parecen una originalidad reprobable.

2. Las pr¨¢cticas no se retribuyen, est¨¢n cubiertas por un seguro y no implican v¨ªnculo laboral. Es as¨ª por la legislaci¨®n vasca y espa?ola, que las promueve activamente; en otro caso, ning¨²n empresario admitir¨ªa a un estudiante. Con todo, la redactora cuenta los hechos de una forma que esos atributos de las pr¨¢cticas parecen un esc¨¢ndalo o un delito, y no lo que permite colaborar a los empresarios con la Universidad en la formaci¨®n de nuestros j¨®venes.

3. Convencer a un empresario para que acepte a un estudiante en pr¨¢cticas resulta dif¨ªcil en la situaci¨®n econ¨®mica actual. La publicidad directa dirigida a los empresarios es un instrumento digno y eficaz para alcanzar ese objetivo. Sin embargo, la redactora hace creer al lector que la facultad debe pedir excusas, como si la publicidad honesta y veraz fuese deshonrosa, o como si su finalidad no fuese necesaria y deseable.

4. Distingue claramente la facultad a) la ausencia de salario de b) la bolsa de estudios que la empresa suele otorgar -en todo el mundo- al estudiante. As¨ª evita confusi¨®n entre A) la relaci¨®n laboral de una empresa con un trabajador y B) un convenio de pr¨¢cticas entre una empresa y la facultad. Por ello, en los convenios se menciona la bolsa de estudios, que s¨®lo se pacta verbalmente. Esta circunstancia facilita el pl¨¢cet de los jefes de personal. Sin embargo, la redactora comunica la aclaraci¨®n como condenable o cuando menos pol¨¦mica, y no como algo que beneficie la obtenci¨®n de pr¨¢cticas para los alumnos.

5. Potenciar al m¨¢ximo las pr¨¢cticas tuteladas y protegidas es un objetivo del equipo decanal. En los ¨®rganos colectivos del centro nunca se ha o¨ªdo un reparo a este proyecto, de cuyo plan y desarrollo se ha informado minuciosamente a alumnos y departamentos. Ning¨²n alumno ni profesor ha criticado en el decanato las pr¨¢cticas. Al contrario: los elogios han sido reiterados. Sin embargo, la redactora reproduce palabras textuales de un profesor discrepante, sin nombre...

6. Dada su escasez y su conveniencia, las pr¨¢cticas requieren comprensi¨®n, solidaridad y apoyo, pero la informaci¨®n de la redactora es una cr¨ªtica encubierta, no ya de las condiciones universales de las pr¨¢cticas -de su gratuidad, legalidad y seguridad-, sino de las pr¨¢cticas en s¨ª mismas, es decir, una cr¨ªtica de una parte necesaria, valiosa y efectiva de la preparaci¨®n de nuestros universitarios.-

(decano), (vicedecano) y el resto del equipo decanal de la Facultad de Ciencias Sociales y de la Comunicaci¨®n. Campus de