La oleada de corrupci¨®n pone contra las cuerdas al Gobierno de Balladur
Alain Carignon, alcalde de Grenoble, ministro de la Comunicaci¨®n franc¨¦s hasta hace tres meses, cabeza de los j¨®venes renovadores del gaullismo y fiel del primer ministro, el gaullista Edouard Balladur, est¨¢ en la c¨¢rcel de Saint-Joseph de Ly¨®n. Por primera vez en los 35 a?os de historia de la V Rep¨²blica Francesa, un exministro duerme entre rejas. La acusaci¨®n es muy fuerte: corrupci¨®n a gran escala para el enriquecimiento personal. Y en el Gobierno de Balladur suenan todas las sirenas de alarma. A unos meses de las elecciones presidenciales, la administraci¨®n conservadora corre el riesgo de entrar en crisis.
Balladur no quiso hacer comentarios sobre el encarcelamiento de Carignon. Jacques Chirac, su compa?ero en las filas gaullistas y enconado rival pol¨ªtico, tampoco dijo palabra. Balladur almorz¨® en su palacete de Matignon con un grupo de senadores y ¨¦stos le notaron preocupado. No era para menos. La ruidosa ca¨ªda del ex ministro de Comunicaci¨®n y el inminente procesamiento del ministro de Industria, Gerard Longuet, ponen al Gobierno contra las cuerdas.La derecha, que gan¨® arrolladoramente las elecciones de 1993 bajo el lema de moralizar la vida p¨²blica y enterrar en el pasado las trapacer¨ªas de los socialistas, se ve envuelta en la misma telara?a de la corrupci¨®n. A¨²n peor: los socialistas que actuaron irregularmente lo hicieron, salvo algunas excepciones, para financiar al partido. Carignon y Longuet, en cambio, son acusados de utilizar sus cargos en beneficio propio.
Las acusaciones de "corrupci¨®n pasiva" y "malversaci¨®n de fondos p¨²blicos" formalizadas contra Carignon, y de "malversaci¨®n y complicidad en corrupci¨®n" contra su lugarteniente Jean-Louis Dutaret, tienen su origen en 1989. Carignon, desde 1984 alcalde de Grenoble, una de las ciudades m¨¢s importantes de Francia, acababa de ser reelegido pero cargaba con una deuda por gastos electorales de 5,4 millones de francos (unos 130 millones depesetas).
La deuda y la revista
La deuda estaba concentrada en una revista llamada Dauphin¨¦ News. Una filial de Lyonnaise des Eaux,. segunda empresa de Francia y del mundo en distribuci¨®n de aguas y saneamientos, adquiri¨® la revista, la cerr¨® y enjug¨® todas las deudas. La operaci¨®n hubiera sido ruinosa e incomprensible de no producirse otro hecho casi simult¨¢neo: la gesti¨®n de las aguas de Grenoble, un negocio multimillonario, fue privatizada por Carignon y encargada a Lyonnaise. El asunto pas¨® de incomprensible a sospechoso.La relaci¨®n entre Carignon y Lyonnaise no termin¨® ah¨ª. La empresa pag¨® otros 13 millones de francos a Whip SA, sociedad fantasma creada por Dutaret y Carignon, a cuenta de estudios supuestamente ficticios. Y Lyonnaise cedi¨® a Carignon, para su uso gratuito e indefinido, un piso de 280 metros cuadrados en el bulevar Saint-Germain de Par¨ªs. Y le dej¨® utilizar siempre que quiso sus aviones y helic¨®pteros.
Entre todo, el juez Philippe Courroye calcula que el ex ministro recibi¨®, en met¨¢lico y especies, m¨¢s de 20 millones de -francos (unos 450 millones de pesetas). Uno de los abogados de Carignon, Guy Danet, calific¨® ayer de "excesivo" e "injusto" el encarcelamiento preventivo, pero no quiso discutir sobre las acusaciones.
El caso Carignon es s¨®lo la guinda en el pastel de la corrupci¨®n francesa. Los presidentes de varias de las principales compa?¨ªas industriales y de servicios (G¨¦n¨¦rale des Eaux, Alcatel, Sclineider) est¨¢n procesados o bajo la amenaza de serlo. M¨¢s de 20 diputados y senadores, como el secretario general socialista, Henri Emmanuelli, est¨¢n tambi¨¦n procesados por asuntos econ¨®micos. Ya empieza a temerse la generalizaci¨®n de una operaci¨®n Manos Limpias a la italiana.
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