Tres pa¨ªses muestran en Cannes un documental sobre los extranjeros presos en el 'gulag'
"Hasta entonces hab¨ªa tenido la seguridad de que mi nacionalidad y pasaporte norteamericanos ser¨ªan mi salvoconducto, pero me di cuenta de que en esas circunstancias no serv¨ªan de nada". John Noble, un superviviente del gulag, ten¨ªa, efectivamente, pasaporte norteamericano, pero tuvo "la mala suerte" de encontrarse en Dresde en 1945, cuando en la ciudad entraron las tropas sovi¨¦ticas y fue liberada. A partir de ah¨ª se inici¨® una tragedia de tintes kafkianos, muy poco conocida y recogida ahora por Zek. La internacional del gulag, un documento hist¨®rico presentado en el recientemente clausurado festival de Cannes.Por las palabras de Noble y de otros testimonios, todos ellos zeks -zek era el nombre en ruso para los prisioneros del gul¨¢g- que pasaron por la misma circunstancia, sabemos que cientos de miles de extranjeros fueron deportados ilegalmente al gulag sovi¨¦tico, a un mundo de terror y hambre, convertidos en mano de obra forzada. Norteamericanos, japoneses, franceses, brit¨¢nicos, italianos, alemanes, chinos... Hombres al servicio de las fuerzas aliadas, prisioneros de guerra. "No hubo naci¨®n que no tuviera representaci¨®n en el gulag ", cuenta uno de los entrevistados.
Los realizadores, Thibaut d'Orion y Peter Hercombe -es una coproducci¨®n de las televisiones p¨²blicas de Francia, Jap¨®n y Suiza-, han indagado en el ingente legado de los archivos secretos del KG13, hoy expuestos a la consulta, y han encontrado las pruebas irrefutables de esta internacional del gulag.. Uno de los testimonios cuenta su experiencia en el campo de B¨¹chenwald, y c¨®mo su liberaci¨®n por las tropas sovi¨¦ticas signific¨® pasar de un r¨¦gimen de esclavitud y humillaci¨®n a otro, el de los campos de Siberia.
John Noble y su familia, instalados en Dresde por negocios, vivieron la guerra bajo arresto domiciliario. Cuando los sovi¨¦ticos entraron en la ciudad en mayo de 1945, fue detenido, aunque se le dijo que ser¨ªa puesto en libertad inmediatamente. Un familiar pudo informar a las autoridades norteamericanas, explica Noble, y ¨¦stas estuvieron al tanto de su arresto, pero nadie hizo nada. Los sovi¨¦ticos continuaron manteniendo el campo de B¨¹chenwald, adonde fueron a parar Noble y los dem¨¢s detenidos, unos 14.000, la mayor¨ªa alemanes, pero tambi¨¦n muchos extranjeros.
Minas de carb¨®n
De B¨¹chenwald, Noble fue a parar a la c¨¢rcel de Weimar, donde fue sentenciado. Nunca supo por qu¨¦: 15 a?os de trabajos forzados en las minas de carb¨®n del ?rtico. Los que hab¨ªan experimentado los campos alemanes sabr¨ªan m¨¢s tarde que en los sovi¨¦ticos los crematorios eran sustituidos por el aniquilamiento f¨ªsico.Noble tuvo suerte, porque en 1955 fue liberado gracias a una intervenci¨®n del presidente Eisenhower. A?os despu¨¦s intent¨® averiguar a trav¨¦s del Departamento de Estado norteamericano por qu¨¦ hab¨ªa sido retenido y sentenciado. Durante a?os, el silencio. Finalmente, en 1979, hubo respuesta: "Fue arrestado conforme a la directiva 32". "?Y cu¨¢l es la directiva 32?", preguntaron las autoridades norteamericanas. "Eso es confidencial", respondieron los rusos.
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