Una facultad de lujo para los alumnos de Derecho y Empresariales de Toledo
100 millones anuales para mantener un antiguo convento dominico restaurado
Entre tres claustros, dos antiguas calles del casco hist¨®rico, en plena juder¨ªa, galer¨ªas espaciosas, restos romanos, muebles de dise?o y luz, mucha luz, estudian 2.000 alumnos de la Universidad de Castilla La Mancha las carreras de Derecho y Ciencias Empresariales. Ni una sola pintada, ni un solo estudiante sentado en el suelo, ni un solo ruido. La facultad de Ciencias Jur¨ªdicas y Sociales de Toledo, situada en el antiguo convento dominico de San Pedro M¨¢rtir, se sale completamente de lo normal.Es el centro m¨¢s lujoso de cuantos disponen las universidades p¨²blicas de nuestro pa¨ªs. Agrupa tres edificios y dos calles de la parte m¨¢s alta de Toledo, lo que supone el 6% del casco antiguo de la ciudad. Los responsables del campus est¨¢n orgullosos, pero no ocultan su preocupaci¨®n. Les cuesta 100 millones de pesetas anuales conservar el edificio. Un exceso para el presupuesto de esta universidad "que, lejos de crecer, sigue siendo el mismo desde hace tres a?os", se?ala un vicerrector de Toledo. Y adem¨¢s les falta espacio.
Restauraci¨®n
El convento fue restaurado con 2.500 millones de pesetas en entre 1987 y 1993 por el Ministerio del Interior, ya que, en un principio, el edificio iba a ser destinado a oficinas de este organismo. Pero, por impulso del presidente de Castilla-La Mancha, Jos¨¦ Bono, fue cedido posteriormente a la Universidad. Est¨¢ abierto desde el curso pasado aunque s¨®lo la mitad de los alumnos de esta facultad (tiene 4.000 alumnos este curso) caben en San Pedro M¨¢rtir, el resto estudia en otro edificio. "Las ¨²nicas pegas son que las aulas y la biblioteca son demasiado peque?as. En algunas clases no cabemos todos y en ¨¦pocas de ex¨¢menes, tampoco en la biblioteca".Teresa Murillo, Susana Mar¨ªa Sanguino y Yolanda Hidalgo estudian este curso 4? de Empresariales en San Pedro M¨¢rtir. Dicen que tiene pegas, por supuesto. "Pero no nos quejamos", puntualizan, "sabemos que es un lujo estudiar aqu¨ª. Pero la verdad es que a mucha gente le da un poco igual".
Los alumnos, enmarcados en un recinto de tal solemnidad y belleza, parecen m¨¢s respetuosos, m¨¢s callados que el resto, y hasta menos desali?ados de lo que suelen imponer ahora las modas al uso. Lo que no saben la mayor¨ªa es que los muebles en los que se sientan los han traido de Holanda para ellos. Y que el dise?o se paga. El acondicionamiento del edificio para uso acad¨¦mico le ha costado a la universidad cerca de 150 millones de pesetas.
"Lo que en realidad nos importa es que el edificio sea funcional, que tenga bancos c¨®modos, que nos conecten los ascensores y que no pasemos fr¨ªo en invierno", comenta un estudiante de 50 de Empresariales un tanto esc¨¦ptico. El edificio tiene calefacci¨®n y aire acondicionado en todas las aulas, varios ascensores de cristales transparentes (algunos desconectados), pero pocos bancos en el exterior.
S¨®lo hay dos en uno de los claustros, en el del tesoro, que tiene techo de cristal y una cubierta corredera que se despliega en verano para proteger la madera del sol y del calor.
El decano de la facultad y catedr¨¢tico de Derecho Civil, ?ngel Carrasco, opina que se ha conseguido "aunar clasicismo con funcionalidad". La biblioteca, que abren los s¨¢bados en ¨¦poca de ex¨¢menes, tampoco tiene desperdicio. Los alumnos estudian en sillas de madera clara de dise?o anat¨®mico (cada una cuesta un par de decenas de miles de pesetas) alrededor de un luminoso patio con naranjos y una antiguo pozo. Est¨¢ completamente informatizada y es la biblioteca central del campus de Toledo. En ella hay una peque?a sala con cuatro m¨¢quinas fotocopiadoras, decorada con estores de color crema y luz hal¨®gena, al igual que todas las aulas.
Hasta Garcilaso
Al fondo de la biblioteca hay una puerta que da acceso a la antigua iglesia del convento en la que se encuentra la tumba de Garcilaso de la Vega. La sacrist¨ªa se ha convertido en parte de la biblioteca pero la mayor parte de la iglesa est¨¢ en ruinas. "Es la segunda iglesia de mayores dimensiones de Toledo, despu¨¦s de la Catedral, pero necesitamos unos 500 millones de pesetas para restaurarla", explica el decano. "Queremos que sea el aula magna de la facultad y que sirva como sala de conferencias para toda la ciudad".En esta facultad se pueden encontrar restos del mud¨¦jar, del romano o del g¨®tico por los que parecen pasar los alumnos sin caer en la cuenta. Aunque no todos. "Yo vengo a estudiar a la biblioteca de San Pedro M¨¢rtir por la luz y el ambiente, aunque no es mi facultad". Ana S¨¢nchez estudia en 40 de Humanidades en otro centro. Dice que le apetece m¨¢s estudiar en ese entorno que en cualquier otro sitio. "Lo que m¨¢s me gusta es el Claustro Real que es un maravilla y adem¨¢s es un edificio que est¨¢ preparado para minusv¨¢lidos, con rampas y ascensores en todos los pisos". A m¨¢s de un alumno de Derecho o Empresariales de universidades como la Complutense de Madrid o la Universidad de Barcelona se les pondr¨¢n los dientes largos al ver estas aulas, estos patios, estos espacios silenciosos... Y no es para menos.
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