SCHIFFER, EN LA SORBONA

Las colecciones de pr¨ºt-¨¤-porter del verano de 1995 acabaron sus desfiles en Par¨ªs, y la ¨²ltima p¨¢gina la escribi¨® Karl Largerferd. Tras sus eternas gafas oscuras y el abanico que ¨¦l sabe llevar como ninguno, el modista que se hizo cargo de Channel hace 10 a?os se fue a La Sorbona y durante dos horas en el gran anfiteatro de la universidad se encerr¨® con 2.000 estudiantes, Claudia Schiffer, su modelo fetiche, y Carol Bouquet, embajadora del perfume Channel 19. Esta ¨²ltima desde el estrado moderaba la masa enfurecida al ver que su mejor sitio estaba ocupado por un hombre que extra?amente, y por primera vez, les hablar¨ªa de moda. La llegada hab¨ªa sido terrible: "La Sorbona, para los estudiantes; La Sorbona, para los estudiantes, ego¨ªsta, ego¨ªsta [el perfume de Channel]", gritaban los estudiantes. Fue la polic¨ªa quien finalmente ayud¨® a que el modista entrase a impartir la conferencia y respondiese las preguntas de su acalorado auditorio. Poco a poco fue cautivando a todos sus oyentes, a los que respond¨ªa: "La moda cuenta la historia mejor que un discurso. Las top models son las estrellas del cine mudo...". As¨ª hasta que lleg¨® Claudia Schiffer, que present¨® el v¨ªdeo de la colecci¨®n y tuvo que explicar que, adem¨¢s de su belleza, para llegar donde estaba hab¨ªa realizado estudios universitarios. Por su parte, el modista y gran fot¨®grafo anunciaba la pr¨®xima aparici¨®n de su libro, donde Claudia hab¨ªa posado de forma exclusiva para ¨¦l. Al final de los 180 minutos, Largerferd no s¨®lo hab¨ªa calmado al tumultuoso auditorio, sino que les prometi¨® intentar hacer algo para mejorar las condiciones en las que estudiaban. Dicen que el modista alem¨¢n crea inconscientemente y de la misma forma siempre sale airoso de toda situaci¨®n. Y dicen que s¨®lo ¨¦l podr¨ªa haber sido capaz de tener un auditorio en la m¨¢s prestigiosa universidad del mundo hablando de Channel y provoc¨¢ndoles con un final en el que declaraba: "Hace falta el mal gusto para dar gusto a la vida".-