Un tel¨¦fono en una sociedad en llamas
Bab el Oued recuper¨® ayer por la ma?ana su habitual anormalidad. El antiguo barrio de los espa?oles hace ya meses que perdi¨® la calma y ese dif¨ªcil equilibrio existente entre las diferentes sociedades que le caracteriz¨® durante d¨¦cadas.La tranquilidad y el equilibrio se rompieron en octubre de 1988, cuando la plaza de los Tres Relojes se convirti¨® en el epicentro de una sublevaci¨®n popular. Un n¨²mero indeterminado de personas murieron masacradas por las fuerzas del orden, mientras los ahora dirigentes hist¨®ricos del Frente Isl¨¢mico de Salvaci¨®n (FIS) arengaban a las masas a una marcha suicida.
El barrio volvi¨® a temblar tres anos m¨¢s tarde cuando en vistas de las elecciones legislativas las masas desheredadas del FIS se movilizaron reclamando leyes electorales m¨¢s justas, que les posibilitaron luego llegar hasta las puertas del Parlamento. Todo eso sin contar con las movilizaciones que cada viernes se ven¨ªan produciendo en torno a la mezquita inacabada de Sunna.
Las religiosas espa?olas han. estado durante todo este tiempo permanentemente en Bab el Oued. Vig¨ªas privilegiadas de una sociedad, en llamas. En los momentos m¨¢s graves sonaba siempre su tel¨¦fono. Alguien descolgaba y con tranquilidad atend¨ªa al periodista, que preguntaba qu¨¦ se ve¨ªa u o¨ªa desde sus ventanas: "Hermana, ?qu¨¦ ha pasado hoy en el barrio?" El tel¨¦fono todav¨ªa segu¨ªa sonando ayer.
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