"Espectador sentado, problema acabado"
El Camp Nou es el campo piloto de la nueva pol¨ªtica de seguridad
Los ¨²ltimos estudios realizados por la Federaci¨®n Europea de F¨²tbol Asociaci¨®n (UEFA) sobre seguridad en los estadios han llevado a una conclusi¨®n: espectador sentado, problema acabado. Los clubes tienen tiempo hasta la temporada 1998-1999 para sentar a todos los espectadores. La cuesti¨®n psicol¨®gica ha adquirido m¨¢s relevancia que factores como la represi¨®n. Ahora, ya no sirven las vallas para proteger a los jugadores y se desaconseja alardear de fuerzas disuasorias. Lo que prima es el factor humano, la toma de conciencia del individuo y evitar la masificaci¨®n."Hemos constatado que una persona sentada no tiene las mismas ganas de invadir el campo ni de crear situaciones de violencia que otra de pie", apunta un portavoz de la UEFA. "Puede controlarse mejor la capacidad total del estadio y el riesgo de avalanchas".
Josep Roca, profesor de psicolog¨ªa del INEF de Barcelona, es m¨¢s contundente: "Lo que se consigue sentando a los espectadores es evitar la masificaci¨®n. El problema de las aglomeraciones es la masificaci¨®n y todo lo que eso comporta (radicalizaci¨®n, polarizaci¨®n de opiniones, m¨¢s emotividad, m¨¢s desinhibici¨®n, sentimiento de m¨¢s poder y aumento de la agresividad). Estar sentado hace que todas estas caracter¨ªsticas del comportamiento de la masa se suavicen. El asiento permite preservar m¨¢s la identidad, protege la individualidad, evita que la persona est¨¦ tan controlada por la conciencia colectiva. Si el p¨²blico est¨¢ sentado, hay menos agresividad".
El asiento proporciona un sentimiento de propiedad, responsabilidad e integraci¨®n. Hay datos al respecto. Los Boixos Nois, sector radical de aficionados del Barcelona, acaban de pedir al club azulgrana que no retire a los recogepelotas para evitar que los porteros visitantes puedan perder tiempo al ir a recoger los balones cuando el marcador les favorezca. No les queda otra alternativa a los seguidores m¨¢s agresivos que integrarse desde la primera grader¨ªa o que les devuelvan a la tercera, aunque la tesis del Gobierno Civil es que lo m¨¢s adecuado ser¨ªa mantenerles lejos del c¨¦sped.
La reforma que acaba de realizar el Bar?a en el Camp Nou es un intento de reeducar a los sectores m¨¢s intransigentes y, sobre todo, preparar la mejor respuesta a la peor de las emergencias: no se tarda m¨¢s de cuatro minutos en evacuar las gradas del estadio. El Bar?a recogi¨® el criterio de la UEFA y lo aplic¨® en un doble sentido: trat¨® de aumentar la seguridad del espectador y de reducir la beligerancia de los grupos radicales.
El objetivo de las obras ha sido el de favorecer el dispositivo de seguridad. Al rebajar el terreno de juego en unos 2,5 metros para dar cabida a la nuevas gradas de asiento que sustituyen a las localidades de pie, el club elimin¨® el foso como medida f¨ªsica que imped¨ªa una evacuaci¨®n a trav¨¦s del c¨¦sped. El estadio se puede vaciar de esta forma por los pasillos de las gradas y por el terreno de juego. El dispositivo prev¨¦, adem¨¢s, una serie de medidas que favorecen la salida: la amplitud de los pasillos; las puertas del estadio no pueden quedar bloqueadas; todo el estadio est¨¢ rodeado por un cord¨®n que facilita una escapatoria al estar prohibido el aparcamiento; y parte del personal que cuida de la seguridad recibe clases pr¨¢cticas (un total de 14 empleados, por ejemplo, acuden con regularidad a cursillos de prevenci¨®n de incendios). El Gobierno Civil considera muy positivas esas medidas, si bien tiene peque?as reservas: convendr¨ªa colocar -dice- un minifoso alrededor del campo y unas pasarelas para acceder al c¨¦sped.
El club azulgrana pretende garantizar la seguridad del p¨²blico sin que ello signifique dejar desamparados a los protagonistas del partido. La tesis barcelonista es reducir al m¨ªnimo la posibilidad de accidentes en la grada, porque nadie puede evitar el riesgo de que un espectador salte al campo con o sin impedimentos f¨ªsicos (como ocurri¨® el a?o pasado en el foso de La Romareda tras una avalancha).
La protecci¨®n de los futbolistas y del colegiado puede depender m¨¢s de la actitud del p¨²blico que de medidas disuasorias. El Bar?a dispone de un cuerpo de seguridad y de f¨®rmulas de intimidaci¨®n, como cuatro perros adiestrados. Frenar, sin embargo, la salida de un espont¨¢neo al campo resulta dif¨ªcil. ?Por qu¨¦ no pasa nada en el baloncesto?, se preguntan los analistas.
La creaci¨®n de la denominada Grada jove -sector que agrupa a los seguidores azulgrana m¨¢s radicales- ha resultado otro elemento integrador. Los expedientes contra miembros de los Boixos Nois han bajado en picado: de 62 en la temporada 1992-1993 se ha pasado a 18 en la pasada.
Basta, sin embargo, un solo incidente para replantear la estrategia. El Milan colocar¨¢ redes de 40 metros detr¨¢s de las porter¨ªas para evitar agresiones como la que sufri¨® el portero del Salzburgo y que le ha costado una dura sanci¨®n, aunque la UEFA considera el Giuseppe Meaza como un estadio de cinco estrellas, al igual que el Camp Nou.
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