Francisco Yndur¨¢in, forjador de maestros

El profesor y cr¨ªtico, literario Francisco Yndur¨¢in Hern¨¢ndez falleci¨® el martes pasado a los 84 a?os. Ya el pasado julio no pudo acudir personalmente -delegando en su hijo mayor, que lleva su mismo nombre- a recoger en Leyre, de manos del Pr¨ªncipe de Asturias, el, Premio Pr¨ªncipe de Viana a la Cultura, que se otorga a personas o entidades de m¨¢s se?alada labor en la promoci¨®n, creaci¨®n, investigaci¨®n. Y eso que era en su tierra navarra. Y eso que era la primera vez que, mereci¨¦ndolo con tant¨ªsimos motivos y ocasiones, recib¨ªa una distinci¨®n as¨ª. Seguramente tambi¨¦n la primera vez que en los ¨²ltimos 60 a?os faltaba a la cita de ense?ar, aprender, investigar, escribir, promover que le pautaba el calendario cada ma?ana. Hasta ese julio hab¨ªa vibrado a, todas las luces ese alto roble semoviente que era, de los bosques de Aoiz, que respiraba los aires seculares de la cultura cl¨¢sica, de la creaci¨®n literaria de todos los tiempos y culturas y de las palpitaciones primeras de los venideros.En sus c¨¢tedras de lengua y literatura de Salamanca, Zaragoza y Madrid -la m¨¢s prolongada, Zaragoza- dej¨® su forja, sello, estilo y experiencias en promociones de maestros, algunos de los cuales lo ser¨ªan a su vez en la m¨¢s alta especializaci¨®n: los Manuel Alvar, Fernando L¨¢zaro Carreter, Jos¨¦ Mar¨ªa Aguirre, Domingo Yndur¨¢in Mu?oz, Jos¨¦ Carlos Mainer, Sanz Villanueva, G¨¢llego Borque... Los cursos de verano de Santander, Zaragoza, Pamplona. Seminarios. Lo que el llamaba "relecci¨®n de cl¨¢sicos", estudios sobre escritores aragoneses para la Instituci¨®n Fernando el Cat¨®lico -con los otros maestros Jos¨¦ Manuel Blecua e Ildefonso Manuel Gil-; sobre Gald¨®s, Valle-Incl¨¢n, Jorge Guill¨¦n, el mismo Ildefonso o Miguel Labordeta; sobre literatura moderna norteamericana, inglesa.

?Qui¨¦n que tuviera que ver o, quisiera con las letras no aprendi¨® algo de ¨¦l en aquella fertil¨ªsima etapa -desde los a?os oscuros de la posguerra a la transici¨®n -zaragozana? En 1956 tiene lugar en Zaragoza la primera reuni¨®n para fallar los Premios de la Cr¨ªtica que militantes de ella de Madrid y Barcelona y otros sitios establecen para poner en lo sucesivo un poco de orden y claridad en el boom de los cert¨¢menes que entonces surg¨ªan cada ma?ana. Yndura¨ªn, que si multaneaba su labor de c¨¢tedra e investigaci¨®n con una p¨¢gina literaria a su cargo en un diario local, fue su presidente. Algunos no podemos Olvidar, cuando la tercera convocatoria de ellos, en medio de las Votaciones, la voz, el viento de aquel roble fornido susurrando algo as¨ª como: "No, no podemos dejar pasar sin el premio este libro". El libro era la novela El Gran Sol, de Ignacio Aldecoa...