Yeltsin ofrece gestos simb¨®licos ante el descontento popular
El l¨ªder de Rusia, Bor¨ªs Yeltsin, se ha visto obligado a reaccionar ante la creciente impopularidad de su gesti¨®n, despu¨¦s de recibir una seria advertencia el pasado domingo con la victoria de adversarios pol¨ªticos en comicios electorales en Mosc¨² y San Petersburgo. Tras una prolongada indiferencia ante el estado de ¨¢nimo de la sociedad rusa, cansada de la corrupci¨®n y la burocracia del aparato del poder, Yeltsin ha realizado dos gestos simb¨®licos: uno ha sido la destituci¨®n del primer viceministro de Defensa, Matv¨¦i Burl¨¢kov, el ex comandante en jefe del Grupo Occidental de Tropas, y el otro, un recorte en la enorme plantilla de la Administraci¨®n presidencial, que duplica funciones del Gobierno.A los pasos dados por el presidente podr¨ªan seguir ceses de m¨¢s envergadura porque no est¨¢ claro si lo que ha hecho para tranquilizar a la opini¨®n p¨²blica ser¨¢ suficiente y deber¨¢ llegar hasta el sacrificio de su ministro de Defensa, P¨¢vel Gr¨¢chov. De hecho, Sergei Yushenkov, responsable del comit¨¦ de Defensa de la Duma (C¨¢mara baja del Parlamento ruso) y partidario de Yeltsin, manifest¨® ayer que Grachov deber¨ªa dimitir. El propio presidente de la Duma, Iv¨¢n Ribkin, revel¨® que el propio Yeltsin le ha confesado que est¨¢ pensando en un cambio de Gobierno, seg¨²n la agencia Interfax.
Avalados por m¨²ltiples documentos, incluido el informe que cost¨® el puesto al ex Inspector General del Estado, Yuri B¨®ldirev, los medios de comunicaci¨®n rusos han librado una intensa batalla para demostrar que Burl¨¢kov es responsable de una corrupci¨®n generalizada en la agrupaci¨®n militar que se retir¨® de Alemania el pasado verano. Las cr¨ªticas se intensificaron tras el asesinato hace unos d¨ªas del periodista Dmitri J¨®lodov, que investigaba la corrupci¨®n en el Ej¨¦rcito.
Burl¨¢kov ha contado con el apoyo de Gr¨¢chov, que, a su vez, ha gozado del apoyo presidencial. La subordinaci¨®n jer¨¢rquica no impidi¨®, sin embargo, que el general Alex¨¢nder L¨¦bed, el jefe del 14? Ej¨¦rcito ruso, con sede en Moldavia y el militar m¨¢s popular entre la oficialidad rusa, calificara de "vulgar bandido" a Burl¨¢kov y dijera abiertamente que estaba dispuesto a organizarle un "esc¨¢ndalo" y a echarlo de su territorio si Burl¨¢kov se atrev¨ªa a ir de inspecci¨®n.
La agencia Itar-Tass se hac¨ªa eco ayer de la reacci¨®n positiva de L¨¦bed, que calific¨® la ca¨ªda de Burl¨¢kov corno una "victoria del sentido com¨²n y la justicia". "Cuanto m¨¢s r¨¢pida sea la limpieza moral en las Fuerzas Armadas, tanto m¨¢s fuerte ser¨¢ el Ej¨¦rcito y con ello el Estado ruso", se?al¨® L¨¦bed.
Los recortes en la Administraci¨®n presidencial, que dirige Sergu¨¦i Fil¨¢tov, afectan a una tercera parte del personal, se?alan las informaciones oficiales, que no dan detalles m¨¢s concretos sobre la reducci¨®n de personal. "Yeltsin est¨¢ en el vac¨ªo pol¨ªtico, en la Duma, en la sociedad y en los medios de comunicaci¨®n, e incluso entre la intelectualidad que le ha apoyado de forma incondicional", se?alaba ayer el prestigioso polit¨®logo Igor Kliamkin. Seg¨²n las encuesta del Fondo de la Opini¨®n P¨²blica, que dirige Kliamkin, el nivel de confianza de la sociedad en el presidente ha disminuido de forma continua desde el 25% en enero hasta el 13% en la ¨²ltima semana y el nivel de desconfianza ha aumentado del 46% hasta el 61%.
En una muestra de lo que pueden ser las elecciones en 1996, si las cosas no cambian, Sergu¨¦i Mavrodi, el presidente del grupo MMM, logr¨® un esca?o en la Duma en la votaci¨®n por una vacante en una ciudad perif¨¦rica de Mosc¨². Adem¨¢s, entre los pretendientes a una serie de esca?os en el municipio de San Petersburgo, los mejor situados para una segunda vuelta, a celebrar el 13 de noviembre, fueron los Comunistas de Leningrado.
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