Premio para el inmigrante
El gran 'bote' de la Primitiva parece hab¨¦rselo llevado un trabajador africano
A veces el azar puede hacer justicia. Los 2.372 millones de pesetas del primer premio del sorteo de la Loter¨ªa Primitiva del pasado s¨¢bado -el maximo entregado hasta la fecha- han ido a parar, seg¨²n los indicios, a los precarios bolsillos de un inmigrante africano. Un miembro de la numerosa colonia de extranjeros -muchos de ellos ilegales- que trabajan en los cultivos de fruta de la comarca barcelonesa del Maresme. Un moreno, como se les conoce coloquialmente entre la poblaci¨®n aut¨®ctona. Un pobre entre los pobres. El miedo, seg¨²n parece, ha hecho que el agraciado permanezca, por ahora, oculto.El agraciado multimillonario no dio ayer se?ales de vida, pero los propietarios de la ¨²nica administraci¨®n de loter¨ªa de Calella (Barcelona) -donde se sell¨® el boleto- ten¨ªan la certeza de que el agraciado por el bote era un inmigrante africano, uno de los muchos que se han convertido en clientes habituales del establecimiento, movidos por su precaria situaci¨®n econ¨®mica y por su generalizada afici¨®n a los juegos de azar.
El despacho oficial de loter¨ªa de la poblaci¨®n costera se convirti¨® de buena ma?ana en un hervidero de curiosos que no quer¨ªan perderse la ocasi¨®n de ver la cara de la persona m¨¢s envidiada hoy en toda Espa?a.
La inc¨®gnita empez¨® a desvelarse con la llegada de un africano. "El ganador es amigo m¨ªo; vivimos juntos, pero no quiere salir a la calle porque est¨¢ muerto de miedo", dijo. Su explicaci¨®n acab¨® de convencer a la lotera, Mar¨ªa Antonia Rold¨¢n Cobos, y a su marido, Paulino Garc¨ªa, de que su impresi¨®n era acertada. Ambos se ofrecieron a visitar al agraciado en su domicilio para ayudarle en lo que pudieran, manteniendo en secreto su nombre. Pero el supuesto amigo rehus¨®.
La b¨²squeda del presunto ganador, acaso un inmigrante ilegal, fue in¨²til. La colonia de trabajadores africanos, que viven en pisos en grupos de ocho o nueve personas, es muy numerosa y poco dada a airear su intimidad. La falta de papeles en regla, en muchos casos, y el temor a la expulsi¨®n pesan mucho. La certeza, sin embargo, no existe. Tambi¨¦n hab¨ªa rumores de que el ganador podr¨ªa ser una vecina de la poblaci¨®n o, incluso, una pe?a de jugadores de la Primitiva.
En los ocho a?os que Mar¨ªa Antonia lleva al frente de la administraci¨®n de loter¨ªa s¨®lo hab¨ªa despachado cinco boletos complementarios de la Primitiva. La lotera se ruboriza al recordar que la noche del pasado s¨¢bado tuvo una corazonada cuando estaba viendo la televisi¨®n y de repente le dijo a su marido: "Paulino, ma?ana tendremos que poner un letrero bien grande que diga "Aqu¨ª se sell¨® el boleto ganador". El marido asiente y recuerda que le extra?¨®, porque su mujer nunca hab¨ªa dicho nada igual. Aunque, apostilla, "es algo bruja".
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