Los desahuciados
El Celta, sin punter¨ªa, y la Real, sin oficio
Celta y Real Sociedad pertenecen hoy por hoy al club de los desahuciados. Deambulan por la pradera con vocaci¨®n trashumante y cuando divisan una ruina instalan su bandera en el promontorio y justifican la ?oriquista con cinturones de cart¨®n piedra.
El del Celta se derrumb¨® a los cuatro minutos en un manso disparo de Lumbreras que Villanueva reverenci¨® con diplomacia. El de la Real Sociedad resisti¨® hasta el minuto 43 gracias a la caridad del Celta que perdon¨® la guarida de Alberto en dos ocasiones de Ratkovic y Carlos.
La Real Sociedad, sin arte ni oficio, desnuda f¨¢cilmente sus intenciones. Cuando marca da por concluido el partido y se solaza en la reci¨¦n ocupada mansi¨®n futbol¨ªsfica para disfrutar de las ganancias. El Celta, que busca alojamiento desesperadamente, gan¨® metros gracias a la solvencia defensiva de Salinas y la brega de Carlos y Uribarrena hasta condenar a la Real Sociedad a una inc¨®moda convivencia.
De no ser por la charanga, el primer periodo hubiera agotado la paciencia del respetable. El manual de inoperancia de la Real Sociedad se basaba en la indolencia; el del Celta, en su falta de punter¨ªa. De poco le serv¨ªa a Aimar haber apostado en la pizarra por la ofensividad de sus tres delanteros si en el ¨¢rea se comportaban con una educaci¨®n rayar¨ªa en la inocencia. El empate lleg¨® por donde se preve¨ªa, en un libre directo igualmente manso que Alberto y su defensa permitieron transcurrir hasta la red.
El partido no ten¨ªa matices: atacaba quien perd¨ªa y reposaba quien ganaba. El gol de Kodro en un despiste general del Celta le procur¨® a los donostiarras un nuevo tiempo de reposo. El Celta abrasaba sin quemar. Ratkovic, al filo del descanso, hab¨ªa disparado contra Pikabea con Alberto ya batido y Desio, en la segunda mitad, hizo lo propio para no ser menos.
Los errores pronosticaron la mejor estrategia del conjunto gallego. La Real Sociedad se confi¨® a su destino y la t¨¢ctica result¨® lamentable. El Celta se adue?¨® primero de Ancieta y despu¨¦s del partido.
Lumbreras se invent¨® un penalti absurdo que fragu¨® el santuario, de Gudelj. La Real Sociedad, con todo a su favor, hab¨ªa malgastado su cr¨¦dito.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.