Gas natural y competitividad
El autor defiende que la disponibilidad del gas natural en competencia diriecta con otras energ¨ªas alternativas constituye un factor de mejora de la libre elecci¨®n un consumidor en un marco de transparencia de precios.
Recientemente se ha publicado en estas p¨¢ginas un art¨ªculo de don Roberto Centeno, catedr¨¢tico de Econom¨ªa de la Universidad Polit¨¦cnica de Madrid, que puede inducir a conclusiones err¨®neas sobre el papel del gas natural en el actual contexto energ¨¦tico espa?ol. En dicho art¨ªculo se, alude a que el sector del gas natural podr¨ªa constituir un freno al crecimiento econ¨®mico espa?ol por tener, entre otros sectores, "los niveles de precios m¨¢s elevados de Europa". La argumentaci¨®n se basa en datos incorrectos que, l¨®gicamente, conducen a una conclusi¨®n incorrecta.En nuestro pa¨ªs, en plena fase de relanzamiento econ¨®mico, adquiere una muy importante relevancia el nivel de precios de las distintas alternativas energ¨¦ticas, por su directa incidencia en los procesos productivos y, en consecuencia, en la competitividad de nuestras empresas. Por ello, es importante resaltar que los precios del gas natural para usos industriales en Espa?a son los m¨¢s bajos de Europa, exceptuando los de Holanda (pa¨ªs ampliamente dotado de este recurso natural). As¨ª, por ejemplo, para un consumidor industrial medio, el precio por termina, al comienzo del tercer trimestre del a?o en curso, era en Espa?a de 1,92 pesetas, frente a una media europea de 2,13 pesetas (un 10% inferior).
Por otra parte, tambi¨¦n cabe se?alar que en nuestro pa¨ªs los precios del gas natural para los usuarios dom¨¦sticos Y del sector servicios est¨¢n en l¨ªnea con los precios europeos. Son algo m¨¢s bajos en pa¨ªses como Holanda y el Reino Unido (caracterizados por su abundancia aut¨®ctona de esta energ¨ªa), pero son m¨¢s altos en Alemania, Francia o B¨¦lgica, a pesar de que los consumos unitarios, por razones climatol¨®gicas, son inferiores en Espa?a y, por tanto, los costes unitarios de distribuci¨®n son mayores.
Conviene se?alar que el cuadro que figuraba en el citado art¨ªculo supone comparar precios energ¨¦ticos heterog¨¦neos entre s¨ª. No se puede comparar una tarifa de gas natural de peque?o consumo (cuya alternativa energ¨¦tica es, fundamentalmente, la bombona de butano y la electricidad) con el gas¨®leo C, cuyo uso generalizado corresponde a usuarios de mayor consumo. As¨ª, por ejemplo, la comparaci¨®n de precios entre el gas natural y el gas¨®leo C en la tarifa adecuada (D3 / C3) da un precio para el gas natural, en el ¨²ltimo a?o, un 20% inferior al del gas¨®leo C, considerando en ambos casos los precios m¨¢ximos.
En otro orden de cosas, puede subrayarse que el peso del gas natural en el balance energ¨¦tico de Espa?a est¨¢ a¨²n muy por debajo de la media europea, como es bien conocido. El peso del gas natural en el consumo de energ¨ªa primaria en nuestro pa¨ªs es de s¨®lo el 6,3%, frente al 20% en el conjunto europeo. Adem¨¢s, la participaci¨®n en el consumo final de energ¨ªa en los hogares es en Espa?a del 7,5%, cuando la media europea es del 37,3%.,
La pol¨ªtica de la Uni¨®n Europea sigue siendo la de fomentar decididamente el uso del gas natural, ampli¨¢ndolo adem¨¢s a nuevas utilizaciones, como las de producci¨®n de electricidad en cogeneraci¨®n y ciclo combinado. Esto se explica por motivos de diversificaci¨®n energ¨¦tica, protecci¨®n del medio ambiente, aumento de la eficiencia energ¨¦tica y mejora de la competitividad. Los ambiciosos planes de expansi¨®n del gas natural en Espa?a se inscriben en ese proyecto global de la Uni¨®n Europea.
La afirmaci¨®n de que el gas natural "se est¨¢ imponiendo al consumidor" no requiere mayores comentarios, porque, resulta obvio que carece del menor fundamento.
La eficiencia energ¨¦tica, la comodidad y el confort son facto res de calidad de vida-que l¨®gica mente no pasan inadvertidos para el consumidor. La disponibilidad del gas natural en competencia di recta con otras energ¨ªas alt¨¦rnati vas (butano, pro pano, carb¨®n, gas¨®leo, electricidad, etc¨¦tera) constituye otro factor de mejora de la libre elecci¨®n del consumidor en un marco de transparencia de precios. Precisamente su competitividad, a la que es muy posible no puedan acceder operadores poco eficientes por causas que les son exclusivamente imputables, determina la excelente aceptaci¨®n del gas natural en el mercado y el r¨¢pido crecimiento de su consumo: s¨®lo en el presente a?o 1994 el Grupo Gas Natural habr¨¢ conseguido 160.000 nuevos clientes. Y, en este contexto, no existe aportaci¨®n alguna "a fondo perdido" del Estado a la generaci¨®n de infraestructura. El actual sistema gasista integrado se autofinancia con los m¨¢rgenes que genera su actividad, aunque ¨¦stos sean inferiores a la media europea, ya que los precios de adquisici¨®n del gas (procedente hoy de cinco fuentes distintas) son similares a los europeos, y los de venta algo inferiores, como antes se ha indicado. S¨®lo hay previstas futuras subvenciones para algunas extensiones regionales con cargo al Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder) y a los presupuestos de algunas comunidades aut¨®nomas, precisamente porque existe un amplio consenso nacional e internacional en que la disponibilidad de gas natural favorece la competitividad de la industria, la capacidad de elecci¨®n de los consumidores, la notable mejora del medio ambiente y, en definitiva, el progreso econ¨®mico y social.
Jaime Gir¨® es director de Relaciones Externas del Grupo Gas Natural.
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