TEL?FONO LIMPIO

Si usted quiere entrar en el tel¨¦fono celular de su juez favorito calcar t¨¦cnicamente la motorola del ministro de turno, puede no tener la menor dificultad, a tenor de lo sucedido en Italia al magistrado Antonio di Pietro, rayo que no cesa contra la corrupci¨®n del sistema. Alg¨²n artesano de la electr¨®nica cre¨® una l¨ªnea paralela, apoder¨¢ndose de la frecuencia del telefonino del juez m¨¢s amenazado, perseguido y odiado del pa¨ªs; es decir, duplic¨® su aparato, dedic¨¢ndose a hacer, desde N¨¢poles, ciudad en la que todo es posible, llamadas a Asia y ?frica, con especial y reiterada querencia por Senegal. Maniobra t¨ªpica de inmigrantes, dicen los responsables de la compa?¨ªa telef¨®nica, que, con su ansia comunicativa, seguramente cobrada a buen precio por el listo del manitas, hinchaban el recibo de la Fiscal¨ªa de Mil¨¢n. No parece que la cosa vaya m¨¢s all¨¢ del fraude telef¨®nico, porque sus responsables -que no han sido localizados, ya que cuando se intent¨® hacerlo se hab¨ªan pasado a otra l¨ªnea- no pod¨ªan escuchar las conversaciones del magistrado. Pero el suceso dice bastante sobre el sistema de seguridad que protege a los jueces de Manos Limpias, que desde hace meses no se f¨ªan de tel¨¦fonos o fax y, para las comunicaciones importantes, se escriben notitas de pu?o y letra que se mandan a trav¨¦s de sus m¨¢s estrechos colaboradores. Esto, antes de pasar directamente a las palomas mensajeras, como ha bromeado uno de ellos.-