La luz que cura la piel
Un d¨ªa, Margarita V¨¦lez descubri¨® que su cuerpo se hab¨ªa cubierto de peque?as manchas descoloridas que se negaban a marchar. Los m¨¦dicos le diagnosticaron vit¨ªligo, una enfermedad de la piel para la cual no hab¨ªa soluci¨®n. Para Margarita, una profesora de 29 a?os de C¨¢diz, la vida cambi¨®: la gente le preguntaba si estaba sucia, si se hab¨ªa quemado y si era contagioso. Tuvo que rehuir la vida al aire libre, el sol que pod¨ªa quemarle las manchas "siempre con la sensaci¨®n de sentirme rechazada", recuerda.El vit¨ªligo es una enfermedad especial, que no causa ninguna disfunci¨®n f¨ªsica importante, pero que en algunos pacientes genera un trastorno est¨¦tico que deriva en angustia, explica Agust¨ªn Alomar, jefe de secci¨®n de Dermatolog¨ªa del hospital San Pablo de Barcelona. Tal ha sido el caso de Margarita, que pas¨® 10 a?os de dura convivencia con la enfermedad hasta que hace tres meses supo de una nueva terapia basada en rayos UVA, a la que se someti¨®. El resultado ha sido "sorprendente". "La mitad de mis manchas han desaparecido", afirma, "y es posible eliminar m¨¢s".
Curiosamente, lo que est¨¢ curando a Margarita son las radiaciones solares. Su viejo enemigo el Sol se ha vuelto ahora su aliado. Para ello ha sido necesario que surgiera un nuevo enfoque basado en el aprovechamiento de los rayos del Sol: la fotoquimioterapia, concepto que parte de que la exposici¨®n a la luz (foto), combinada con ciertos f¨¢rmacos (quimioterapia), ejerce un efecto ben¨¦fico sobre ciertas enfermedades de la piel.
Papel del sol
Durante mucho tiempo se ha pensado que la influencia del sol sobre el organismo era negativa porque: deprim¨ªa el sistema inmune: un exceso de radiaci¨®n ultravioleta debilita las c¨¦lulas inmunitarias de la piel y puede generar un c¨¢ncer. Hasta que en 1954 se descubri¨® que los rayos UVA, en combinaci¨®n con unas drogas, los psoralenos, revert¨ªan total o parcialmente afecciones de la piel como el vit¨ªligo, causadas por transtornos del sistema inmune. Al conjugarse con los psoralenos, la acci¨®n de los fotones en esas c¨¦lulas produce un efecto ben¨¦fico a¨²n poco explicado.Pero "la fotoquimioterapia ha tenido que esperar a la invenci¨®n, en 1973, de los aparatos de rayos UVA, capaces de dosificar la radiaci¨®n, para alcanzar su mayor eficacia", explica Thomas B. Fitzpatrick, jefe del servicio de Dermatolog¨ªa de la Harvard Medical School de Estados Unidos, quien entonces puso a punto esta terapia innovadora. Los psoralenos se activan en la sangre s¨®lo cuando el paciente se expone a la radiaci¨®n UVA. Su eficacia, agrega Fitzpatrick, se ha visto mejorada recientemente al combinarse con Polyp¨®dium leucotomos, una planta americana que potencia sus beneficios y disminuye el riesgo de c¨¢ncer de piel, que no es despreciable en los tratamientos m¨¢s agresivos.
"El riesgo de c¨¢ncer no est¨¢ en el tratamiento, sino en el descontrol", aclara Pedro Ja¨¦n Olasolo, jefe de secci¨®n de Dermatolog¨ªa del Hospital Universitario de Guadalajara. "No es en la terapia donde hay descontrol de rayos UVA, sino en los gimnasios y salones de est¨¦tica En Espa?a, la fotoquimioterapia se aplica desde finales de los setenta para 22 enfermedades de la piel, como vit¨ªligo, psoriasis, dermatitis y linfomas cut¨¢neos que afectan a alrededor de 300.000 espa?oles. Resulta m¨¢s eficaz en vit¨ªligo, repigmentando entre un 50% y un 80% de las ¨¢reas afectadas. En psoriasis (trastorno que provoca lesiones rojizas y escamosas) "se blanquea un 85%-90% de las lesiones", contin¨²a. "Igual sucede con dermatitis y linfoma", dice el dermat¨®logo, aclarando que el mal no se cura en su ra¨ªz, que es consecuencia de trastornos inmunol¨®gicos, por lo que los pacientes recaen una o dos veces al a?o, debiendo recibir dosis de refuerzo.
Estas limitaciones no enfr¨ªan el entusiasmo de pacientes como Margarita V¨¦lez, quien testimonia que "el tratamiento es eficaz s¨®lo si tienes perseverancia". A Margarita no es eso lo que ahora le preocupa m¨¢s: "Yo era muy pecosa y veo que mis pecas reaparecen. Me miro al espejo y no me conozco sin manchas. Respiro contenta y agradecida, y me pregunto qu¨¦ le est¨¢ pasando a mi cuerpo. Tengo que volver a aprender a reconocerme".
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