FELIZ CUMPLEA?OS
GENTELa pobreza de los pa¨ªses latinoamericanos nunca impidi¨® que muchos de sus dirigentes dilapidaran fortunas en fiestas fastuosas, m¨¢s propias de las cortes europeas del siglo XVIII o tal vez de los tiranuelos descritos por Vargas Llosa, Carpentier o Garc¨ªa M¨¢rquez. Fue lo que ocurri¨® el pasado fin de semana en el remoto Estado brasile?o de Mato Grosso -enclavado en el centro del continente suramericano, entre la selva del Amazonas y el altiplano boliviano-, cuya capital, Cuiab¨¢, fue escenario de una fiesta que record¨® el oropel de las cortes europeas del siglo XVIII. El gobernador provincial, Jaime Campos, gast¨® el viernes 1,7 millones de d¨®lares en la fiesta de homenaje a su hija Michelle, que cumpli¨® 15 a?os. Para acoger a los 1.500 invitados, cada uno de los cuales recibi¨® un broche de oro con la letra M en l¨ªneas trazadas con peque?as perlas naturales, el Club de Tenis de Cuiab¨¢, principal reducto de la oligarqu¨ªa local, fue convertido en un esplendoroso castillo blanco y dorado. El viernes por la tarde, los salones de belleza de Cuiob¨¢ no daban abasto para preparar a las invitadas. Para los hombres fue preciso importar 150 esm¨®quines de los Estados vecinos. La primera dama de la provincia, Lucimar Suere de Campos, debi¨® recurrir tambi¨¦n a la importaci¨®n de sillas, mesas, manteles, tres bandas de m¨²sica y hasta de un garboso top model que bail¨® toda la noche con Michelle en el enorme sal¨®n decorado en forma de coraz¨®n con un buen gusto digno de Maradona. La feliz homenajeada recibi¨® como regalos un conjunto de pendientes, pulsera y gargantilla de diamantes, adem¨¢s de un lujoso autom¨®vil deportivo. Los cronistas sociales de Cuiab¨¢ no recuerdan una fiesta semejante desde que cumpli¨® 15 a?os la joven Laura Campos, hija del senador Julio Campos, que es hermano del actual gobernador de Mato Grosso.-
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