Debe hacerse, pero a¨²n no
La Uni¨®n Europea (UE) se va a ampliar al Este, incorporando as¨ª las nuevas democracias al gran invento pol¨ªtico de este siglo que sigue teniendo tres objetivos centrales: paz, prosperidad y democracia. De esta nueva aventura debe salir la UE reforzada -y renovada- y sin haber creado nuevos muros materiales o inmateriales en Europa. Para ello, el principio de este proceso no es cuestionado, pero hay que acertar en el espacio-tiempo de esta, ampliaci¨®n: ?qui¨¦nes?, ?c¨®mo? y ?cu¨¢ndo? Los costes y oportunidades -a menudo no cuantificables- de esta nueva singladura depender¨¢n en buena parte de esta configuraci¨®n.Si la ampliaci¨®n al Este se produjera de modo inmediato, los costes para la UE ser¨ªan de tres tipos:
a) Institucionales. Con sus actuales instituciones y comportamientos, la UE no est¨¢ capacitada para acoger en su seno otros nuevos miembros. Por ello, justamente, se celebrar¨¢ la conferencia de 1996 para reformar la Uni¨®n.
b) Econ¨®micos. En primer lugar, la aplicaci¨®n ¨ªntegra de la Pol¨ªtica Agr¨ªcola Com¨²n (PAC) a estos pa¨ªses requerir¨ªa unos gastos agr¨ªcolas suplementarios de un 15% a un 40% en el a?o 2000, seg¨²n algunos c¨¢lculos. Hay dos v¨ªas de salida: o que estos pa¨ªses -agr¨ªcolamente muy dispares entre s¨ª- se adapten a la PAC y se aumenten los fondos de ¨¦sta o que se reforme la PAC. La soluci¨®n estar¨¢, probablemente, entre ambas. En segundo lugar, la aplicaci¨®n de la pol¨ªtica de cohesi¨®n econ¨®mica y social a los nuevos pa¨ªses a trav¨¦s de los llamados fondos estructurales requerir¨ªa tambi¨¦n importantes recursos adicionales (del orden de los 26.000 millones de ecus, seg¨²n algunos c¨¢lculos publicados). Estas cantidades no son imposibles, pero s¨ª dif¨ªciles de afrontar en la actualidad. Lo cual hace prever que ser¨¢n necesarios a la vez largos periodos transitorios para no mermar las posiciones de los miembros actuales, entre ellos Espa?a, y una reforma del sistema presupuestario de la Uni¨®n. A estos costes habr¨ªa que a?adir los que para los propios candidatos se derivar¨ªan de una asunci¨®n prematura de las reglas comunitarias.
c) Estrat¨¦gicos. Ir a una ampliaci¨®n r¨¢pida que no hubiera aclarado previamente la relaci¨®n entre la adhesi¨®n a la UE y la adhesi¨®n a la UEO y a la OTAN podr¨ªa generar serias disfuncionalidades y abrir una nueva fisura en Europa.
Ahora, frente a los costes para la UE, hay que analizar tambi¨¦n los costes de la no ampliaci¨®n al Este.
a) Pol¨ªticos. Sin la perspectiva de adhesi¨®n a la UE, las reformas en, y la convivencia entre, los pa¨ªses de Europa central y oriental se ver¨ªan desincentivadas, con los consiguientes riesgos de involuci¨®n y conflicto, y de inestabilidad en el conjunto de Europa.
b) Para la construcci¨®n europea, Alemania, Dinamarca, Austria, Suecia y otros pa¨ªses de la UE podr¨ªan desinteresarse del actual marco de la construcci¨®n europea en favor de un mayor bilateralismo.
c) Econ¨®micos. Toda Europa perder¨ªa la oportunidad de crecimiento econ¨®mico y saneamiento ecol¨®gico que brinda una evoluci¨®n positiva de la otrora Europa del Este. El empobrecimiento podr¨ªa ampliarse al conjunto de la UE y generar, adem¨¢s, tensiones migratorias.
Una primera conclusi¨®n: la ampliaci¨®n debe hacerse, pero a¨²n no. ?A qui¨¦nes? Para la estabilidad continental no conviene ir caso por caso, sino, probablemente, que estos pa¨ªses entren por grandes grupos: primero los cuatro de Visegrado (Polonia, Hungr¨ªa, Rep¨²blica Checa y Eslovaquia, que deber¨ªan verse acompa?ados tambi¨¦n de Chipre y Malta), seguidos de los pa¨ªses de la Europa suroriental y de los b¨¢lticos. ?C¨®mo? Probablemente con largos periodos transitorios respecto a algunas pol¨ªticas comunes en una UE reformada. ?Cu¨¢ndo? Probablemente m¨¢s all¨¢ del a?o 2000, y las negociaciones no deber¨ªan comenzar antes de concluida la conferencia de 1996.
?Y entre tanto? Es una pregunta tan importante como las otras y a la que ha intentado contestar el Consejo Europeo de Essen en el siguiente sentido: integraci¨®n progresiva, m¨¢s all¨¢ de los actuales acuerdos de asociaci¨®n, por medio de un di¨¢logo estructurado, de una aproximaci¨®n de legislaciones, y un apoyo financiero reforzado, y una participaci¨®n adelantada en materias como la pol¨ªtica de inmigraci¨®n o la cooperaci¨®n policial. Esta estrategia preadhesi¨®n debe generar procesos incluso antes que arquitecturas.
La adecuada configuraci¨®n' de este espacio-tiempo requiere tres condiciones m¨¢s: a) mantener el impulso de la UE hacia la integraci¨®n; b) dise?ar una relaci¨®n especial de Europa occidental con Rusia -siempre que ¨¦sta est¨¦ dispuesta- y con los nuevos pa¨ªses independientes que cree. un marco de cooperaci¨®n paneuropeo y evite una nueva brecha en Europa; c) crear un espacio de cooperaci¨®n con los pa¨ªses terceros mediterr¨¢neos, y una relaci¨®n, particular con Turqu¨ªa. En ello se est¨¢.
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