El director del Prado desaloja con alarmas el museo para convocar a los trabajadores
Las vigilantes que rompieron la escultura romana participaban en un juego de 'rol'
El director del Museo del Prado, Jos¨¦ Mar¨ªa Luz¨®n, cerr¨® la pinacoteca a golpe de alarma y desaloj¨® a los visitantes el mi¨¦rcoles por la ma?ana para convocar una reuni¨®n de trabajadores. El asunto a tratar era el problema laboral que enfrenta al museo con tres vigilantes responsables de haber manipulado sin autorizaci¨®n un busto romano y haberlo dejado caer, caus¨¢ndole da?os irreparables. Las primeras versiones apuntan a que buscaban bajo la escultura un papel para un juego de rol. El comit¨¦ de empresa del museo ha convocado tres paros los d¨ªas 27, 29 y 6 de enero.
Con los timbres y alarmas de emergencia interna, el director del Prado hizo desalojar a las 9.15 de la ma?ana del mi¨¦rcoles todo el museo para celebrar una reuni¨®n con los trabajadores, que ten¨ªan convocada para ayer una asamblea del comit¨¦ de empresa. Durante cerca de una hora la pinacoteca permaneci¨® cerrada y s¨®lo qued¨® dentro un grupo escolar custodiado por vigilantes de una empresa contratada para seguridad del edificio y no de las obras. Luz¨®n hab¨ªa recibido la noche anterior el escrito del comit¨¦ de empresa con una convocatoria de huelga para los d¨ªas 27 y 29 de diciembre y 6 de enero."Cre¨ª oportuno hablar con los trabajadores para hacerles ver la cantidad de consecuencias negativas en su actitud y llamarles a la reflexi¨®n y la moderaci¨®n", explic¨® ayer Luz¨®n.
El presidente del comit¨¦ de empresa, Antonio Solano, cafific¨® el acto de Luz¨®n de "grave actitud antisindica", ya que con la alarma oblig¨® a asistir a todos los trabajadores, cosa que ellos en su convocatoria, realizada en horas de trabajo, no podr¨ªan lograr. La asamblea de ayer decidi¨® en una primera reuni¨®n aceptar la convocatoria de huelga, con paros de dos horas por la ma?ana y dos por la tarde en cada fecha.
Aunque el comit¨¦ de empresa alega que estos paros no tienen nada que ver con la escultura rota, sino con una serie de problemas en la renovaci¨®n del convenio colectivo, el asunto sigue despertando pol¨¦micas internas. Al busto romano de un hombre joven, que perteneci¨® a la colecci¨®n de Felipe II se le ha quebrado la nariz (que ya hab¨ªa sido pegada en una restauraci¨®n del siglo XVIII) y se le han roto dos rizos del flequillo que no podr¨¢n ser reparados. La obra es un busto de la ¨¦poca de los Flavios, realizado entre el 85 y 90 despu¨¦s de Cristo. "Se trata de una obra de gran valor hist¨®rico. Es lo m¨¢s grave que ha sucedido en el museo desde el robo de alhajas del tesoro del Delfin en l918", dijo ayer Luz¨®n.
Los hechos no han podido ser totalmente aclarados hasta ahora porque existen dos versiones diferentes. Dos de las vigilantes, menores de 25 a?os, que estaban en un periodo de prueba de 15 d¨ªas antes de su contrataci¨®n, sostienen que estaban jugando y corriendo el pasado viernes 9 y que tropezaron accidentalmente con la escultura que se cay¨®. Ambas tienen raspaduras y contusiones en brazos y manos. La otra versi¨®n apunta a que participaban en un juego de rol y que entre la escultura y el pedestal hab¨ªa un papel que deb¨ªan sacar para seguir las instrucciones.
La escultura, que estuvo en uno de los palacios de Carlos V, estaba situada cerca de la puerta de Vel¨¢zquez, sobre un pedestal de metro y medio de altura, entre dos columnas de una de las salas.
"No es igual el da?o en una pieza s¨®lida como una escultura y el de un cuadro", dijo Luz¨®n. "Un objeto de vidrio roto y pegado, por ejemplo, tiene un valor distinto que uno entero. El da?o es irreversible. La escultura tiene partes que no podr¨¢n ser reconstruidas porque son de un m¨¢rmol de grano grueso y est¨¢n completamente asTilladas".
Sin embargo, ayer, el presidente del comit¨¦ de empresa recalc¨® que los dos retauradores del museo est¨¢n de baja y que todav¨ªa no se ha hecho una evaluaci¨®n definitiva de los da?os.
Por el momento, se ha abierto un expediente aclaratorio y el caso se encuentra sometido al juzgado de instrucci¨®n.
Viejos problemas
Los trabajadores del Prado pasan por una situaci¨®n, cuando menos, inc¨®moda. Seg¨²n explicaron en la reuni¨®n de ayer, la pol¨ªtica del nuevo director, nombrado a mediados de mayo de este a?o, ha creado confusi¨®n y retrocesos respecto a algunos de los puntos urgentes. "Nuestras reivindicaciones no son econ¨®micas", dice Solano. "Reclamamos mayor participaci¨®n en la administraci¨®n interna del museo. No se cumple el convenio colectivo y se han suspendido las negociaciones. Se ha vuelto a un periodo similar al que nos llev¨® a la huelga en la ¨¦poca de P¨¦rez S¨¢nchez. La dimisi¨®n de Calvo Serraller fue una grave p¨¦rdida para el museo, porque represent¨® la ¨²nica propuesta de verdadera modernizaci¨®n. El actual director es partidario de la teor¨ªa ¨ªnfinites¨ªmal, que requiere por lo menos tres a?os para que cambie algo en la administraci¨®n", dijo. "Querernos saber a qu¨¦ atenernos y no se toman las decisiones pertinentes. Por ejemplo, en la ¨¦poca de Calvo Serraller se programaron 17 exposiciones para celebrar el l75? aniversario del museo y la gente se puso en marcha. Al llegar el nuevo director todo se suspendi¨® y se quedaron en una o dos solamente".
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.