Televisi¨®n "con d¨¦cimas"

La Nochebuena televisiva dio la impresi¨®n de ser tambi¨¦n presa de esa inquieta desaz¨®n que, en este revuelto final de a?o, se ha instalado en el coraz¨®n de los espa?oles. A excepci¨®n de la variada oferta cinematogr¨¢fica que la completaba -ultim¨ªsimo recurso para el defraudado teleadicto-, la escasa y poco cuidada programaci¨®n que ofrecieron las cadenas de cobertura nacional en noche tan se?alada result¨® tr¨¦mula y desangelada. Como con unas d¨¦cimas de fiebre.En la primera cadena p¨²blica, el grupo de teatro La Cubana le daba la vuelta, en Telecena, a los t¨®picos del pen¨²ltimo rito del a?o y mostraba con iron¨ªa los mil y un motivos que llevan a cada vez m¨¢s n¨²mero de personas a exclamar en voz alta: "?Odio la Navidad!". El ¨²nico espacio de televisi¨®n conectado con la realidad, esta representaci¨®n de las miserias familiares alrededor del pavo y los turrones. Si hay sentido del humor, todos deber¨ªamos reconocernos en la velada navide?a de la familia Rodr¨ªguez-Casamiljana.

Despu¨¦s vino el festival Fin de curso que preparan, a?o tras a?o, los profesionales de TVE, bajo el ep¨ªgrafe de Telepasi¨®n. A este respecto, pudimos comprobar que contin¨²an cantando con el culo, que siguen siendo pr¨¢cticamente los mismos del a?o pasado, del anterior y del anterior...; y, finalmente, que este a?o parec¨ªa no apetecerles mucho hacer el programa. As¨ª que, con un gui¨®n que parec¨ªa escrito con los pies, se acab¨® yendo a lo f¨¢cil. La m¨²sica latina y los boleros de siempre nunca dejan de interesar a la mentalidad cincuenta?ista que se atribuye a la supuesta mayor¨ªa de espectadores de televisi¨®n. Fue un programa trist¨®n, con cierto aroma a despedida general como la de la compa?¨ªa Mambo Tropical Club protagonista del espacio.

Lo que no se va ni a tiros de kalashnikov es la dichosa farmacia de la licenciada Cano. El baluarte de Antena 3 Televisi¨®n cumpli¨® con la tradici¨®n e hizo su cap¨ªtulo especial para estas fechas. Parece que el implacable tiempo se niega a dejar su huella en esa calle artificial, ni en la sustancia grumosa de sus familiares personajes; aunque los actores que les dan vida se vean ya talluditos y los ni?os tengan edad de entrar en caja.

Carrascal, disfrazado

La Farmacia de Guardia sigue y seguir¨¢ expendiendo medicamentos flojitos para atenuar, m¨¢s que curar, los males reales de esp¨ªritu que padece su numeros¨ªsima clientela. Aunque es justicia otorgar este a?o el premio al surrealismo puro a ese Carrascal disfrazado de arbolito de Navidad, luminoso y musical. Ni Chiquito de la Calzada, ni porras en vinagre. Era puro dad¨¢. Esta serie alcanza cotas. Pero en todo,?eh?Decididamente, la Nochebuena naufrag¨® en el feudo de Berlusconi. Como a ¨¦l, dejaron solita y desamparada a la g¨¦lida Anne Igartiburu. Su espigado talle apenas rein¨® con una aura t¨¦nue, el centro de un plat¨® / bombonera de esos totalmente imposibles a los que nos tiene acostumbrados Tele 5. Hay que ver el poco partido que le sacaron a la belleza, talento y atractivo de Anne. Ni apostase puede dise?ar algo m¨¢s aburrido y sin sentido que el programa Vamos a montar el bel¨¦n. La chica tuvo que lidiar con el D¨²o Sacapuntas, las criaturitas de los famosos, una entrevista promocional de Bud Spencer y Terence Hill, las canciones de El Consorcio y La D¨¦cada Prodigiosa y numeritos musicales de cuando Franz Johan y Gustavo R¨¦. M¨¢s de uno echar¨ªa de menos a Lazarov. Seguro. En fin, otro a?o ser¨¢.