Te quiero, Andrew

Las relaciones entre ni?os y animales son una de las bases de sustentaci¨®n de la literatura y el cine infantiles. En esta ocasi¨®n, el punto de partida es el libro Un le¨®n marino llamado Andr¨¦, escrito por Harry Goodriges a partir de hechos reales. Y el resultado Una foca en mi casa, una producci¨®n familiar que cuenta las relaciones entre una ni?a de siete a?os y una foca en el peque?o puerto de pescadores durante los a?os sesenta.Rodada con cierta pulcritud por el escoc¨¦s George Miller, al que no hay que confundir con el australiano de id¨¦ntico nombre creador de la famosa serie Mad Max, su principal fallo es que intenta dramatizar una historia en exceso simple, no lo consigue y se queda a medio camino entre la ficci¨®n y el simple documental.

Una foca en mi casa podr¨ªa haber funcionado mejor si hubiese insistido por el lado de los problemas creados al introducir un ser extra?o en una familia normal con tres hijos, pero ¨¦ste s¨®lo es el lejano motivo inicial. Sin embargo, hay que agradecer a sus productores que no hayan insistido en las habilidades de la foca y la hayan dejado reducida a un personaje m¨¢s. En cualquier caso le falta fuerza, humor y eso que hace que una pel¨ªcula para ni?os no s¨®lo despierte su atenci¨®n, sino tambi¨¦n la de quienes les acompa?an.