"El proyecto cubano no es lo que pens¨¢bamos"
Silvio Rodr¨ªguez, a sus 48 a?os, no est¨¢ de vuelta de todo. Se siente joven y en¨¦rgico pese a las circunstancias que vive la revoluci¨®n cubana, una de sus musas m¨¢s recurrentes. Acaba de publicar un disco, Rodr¨ªguez, que es la segunda parte del anterior, Silvio. ?l y su guitarra vuelven a lo m¨¢s ¨ªntimo, a la ra¨ªz de lo que fue la Trova sin artificios. Dos obras que son la "declaraci¨®n de principios" de un cantante que, por una parte, se declara "orgulloso de ser un hombre de la revoluci¨®n", pero que tambi¨¦n afirma sin tapujos que la revoluci¨®n no ha sido "lo que pens¨¢bamos que iba a ser"Pregunta. Sus dos ¨²ltimos discos, Silvio y Rodr¨ªguez, ?qu¨¦ pretenden?
Respuesta. Son el mismo disco. Yo quisiera que la gente los escuchara de corrido. Son discos muy ¨ªntimos, tan ¨ªntimos como la familia. Son una declaraci¨®n de principios. Titularlos as¨ª fue idea de un amigo m¨ªo que, al escuchar Silvio, me propuso: ?por qu¨¦ no contin¨²as por Rodriguez? Y continuar¨¢ con otro que se llamar¨¢ Dom¨ªnguez, mi otro apellido.
P. ?Qu¨¦ fue de la Nueva Trova cubana? ?Queda algo en lo que se hace ahora?
R. Es una se?al en el camino, una saga que comienza en el siglo pasado con la Trova, pasa por nosotros, que somos la Nueva Trova y queda como una declaraci¨®n de principios.
P. Usted, en Espa?a, siempre es muy bien acogido como un hombre comprometido con Cuba. ?No teme que despu¨¦s de lo que est¨¢ pasando en la isla se le enfr¨ªen las bienvenidas?
R. La gente es muy cari?osa conmigo en Espa?a, por eso siempre regreso. Pero no tengo miedo a que haya disminuido el afecto; ahora, si ¨¦se es el precio que tengo que pagar, lo pago encantado. Imag¨ªnate lo que yo ser¨ªa si renunciara a todo lo que he vivido por un aplauso.
P. Cuando ve a toda esa gente que sale de Cuba en balsa arriesg¨¢ndose a todo, usted, que es el cantor de la revoluci¨®n, ?cree que merece la pena seguir si¨¦ndolo?
R. Yo no s¨®lo he cantado los logros de la revoluci¨®n. He cantado tambi¨¦n de una manera anal¨ªtica, con dosis de cr¨ªtica, o mejor, de autocr¨ªtica, porque la revoluci¨®n es de todos. Creo que las personas que se van nunca tuvieron un compromiso. Hay mucha gente joven entre ellos, gente que no tiene un alcance suficiente para comprender lo que significa. El destino les ha tocado a ellos y es muy triste que tengan que irse. Pero creo que esto ocurre por cambios que tuvieron que suceder hace mucho y no se dieron. Ahora estoy muy contento de que empiecen a darse.
P. ?Ser¨ªa el trovador de una apertura democr¨¢tica?
R. Yo soy un trovador de mi tiempo. Asumo la bandera de la autodeterminaci¨®n de Cuba, del pa¨ªs soberano que quer¨ªa Mart¨ª. Por otra parte, la flexibilidad nunca ha sido un defecto. A m¨ª tambi¨¦n me gusta huir de los ep¨ªtetos como el de cantor oficial.
P. ?No cree que el potencial educativo y de avances sociales que se ha dado en Cuba puede servir para construir una democracia superior a la de los pa¨ªses que les rodean?
R. Cuba ya es una democracia por una serie de ventajas que tiene. Pero pienso que se deber¨ªa profundizar en algunos aspectos.
P. ?Como en convocar elecciones libres?
R. Creo que a¨²n no hay condiciones para que se celebren elecciones libres. Puede ser peligroso. Creo que el Gobierno pretende introducir cambios poco a poco. No romper bruscamente y que nos encontremos en una situaci¨®n como la de la antigua URSS ahora.
P. Castro dice: "Somos los ¨²ltimos rebeldes". Otros responden: "Son un resquicio". ?Qu¨¦ es Cuba? ?Ad¨®nde va?
R. Cuba es un orgullo, lo digo de coraz¨®n, aunque discrepe con muchas cosas, aunque tenga m¨¢s prisa de la que el pa¨ªs demuestra, estoy muy orgulloso de haber vivido ¨¦sto.
P. Pero ?no tiene miedo de convertirse en un nost¨¢lgico de la revoluci¨®n dentro de poco?
R. No tengo miedo de eso porque hoy ya soy nost¨¢lgico de muchas cosas.
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