Lebed, ?el Pinochet ruso?
Es el ¨²ltimo h¨¦roe ruso. Y apenas abre la boca, se entiende por qu¨¦. Su voz es tan profunda que ha sido comparada al, fuego de artiller¨ªa. Cuando el general Alexander I. Lebed, baja la cabeza, fija la mirada y dice que admira al ex dictador chileno Augusto Pinochet por hacer recuperarse a la econom¨ªa matando a "no m¨¢s de 3.000 personas", esa voz transmite escalofr¨ªos directamente al coraz¨®n.Cuando los rusos sue?an con un l¨ªder de brazo firme que combata la corrupci¨®n de los bur¨®cratas e imponga el orden en el caos, Lebed aparece con frecuencia en sus fantas¨ªas.
"Soy indiferente al hecho de que me haya convertido en un h¨¦roe", dice, "pero adem¨¢s de un general soy un ciudadano y, si veo que se cometen actos contra el Estado ruso, reacciono".
Lebed, de 44 a?os, en el Ej¨¦rcito desde que ten¨ªa 16, luch¨® en Afganist¨¢n como comandante de paracaidistas, tom¨® parte en la represi¨®n de la revuelta ion Azerbaiy¨¢n en 1990 y defendi¨® la Casa Blanca [el Parlamento ruso] en agosto de 1991.
Se convirti¨® en h¨¦roe nacionalista m¨¢s tarde, en 1992, cuando lleg¨® a Tiraspol, capital de la autoproclamada Rep¨²blica del Dni¨¦ster, en el Estado ex sovi¨¦tico de Moldavia. La regi¨®n, poblada fundamentalmente por rusos y ucranios, se declar¨® independiente en 1990 como reacci¨®n al creciente nacionalismo rumano dentro de Moldavia.
El resultado fue un conflicto que se cobr¨® centenares de vidas. El 14? Ej¨¦rcito ruso all¨ª estacionado recibi¨® la orden de mantenerse neutral. "Pero hay ocasiones en las que no hay que hablar, sino actuar", dice Lebed, al mando de esa fuerza. Y se puso del lado de los secesionistas, oblig¨® a los moldavos a retirarse... y se convirti¨® en un h¨¦roe.
Ahora, denuncia la decisi¨®n de enviar tropas rusas a Chechenia... excepto que est¨¦n formadas por hijos y nietos de diputados y ministros, pide la dimisi¨®n del ministro de Defensa, P¨¢vel Grachov, dice que est¨¢ "enfermo de servir en lo que cada vez m¨¢s se conoce como un ej¨¦rcito de ladrones"... y se convierte en una alternativa m¨¢s honorable que la del ultra Vlad¨ªmir Zhirinovski.
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