Viva pol¨¦mica en Italia por el caso del beb¨¦ nacido dos a?os despu¨¦s de morir la madre

El nacimiento de una ni?a por inseminaci¨®n artificial dos a?os despu¨¦s de la muerte de su madre ha abierto en Italia una agitada pol¨¦mica sobre un caso que para unos es una "manipulaci¨®n monstruosa" y para otros un "acto de generosidad". Detractores y defensores han coincidido en una cosa: el vac¨ªo legal que existe en Italia para enfocar este tipo de casos.Elisabetta naci¨® la pasada semana de uno de los ¨®vulos de la madre fecundados con el semen del marido, conservados congelados y luego trasplantados al ¨²tero de la hermana del hombre.

En diciembre de 1992, la madre natural de Elisabetta falleci¨® a la edad de 26 a?os a consecuencia de un accidente de tr¨¢fico. Unos meses antes, la mujer se hab¨ªa sometido a un tratamiento de fertilidad con el ginec¨®logo Pasquale Bilotta, que logr¨® fecundar en probeta ocho de sus ¨®vulos con espermatozoides del marido, Enrico, ejecutivo de una empresa industrial. Cuatro ¨®vulos fueron conservados congelados en la cl¨ªnica y otros cuatro introducidos en el ¨²tero de la mujer, si bien no provocaron el embarazo por la imposibilidad de Elisabetta para procrear.

El m¨¢s contundente en la cr¨ªtica contra la actuaci¨®n de este ginec¨®logo ha sido el cardenal Ersilio Tonino, quien no ha dudado en calificar lo ocurrido como una "manipulaci¨®n monstruosa". "No estamos ante una fecundaci¨®n m¨¢s, hemos llegado a la producci¨®n de seres humanos como si fueran conejos". Menos tajante es el te¨®logo Gino Concetti, quien se?ala en el Osservatore Romano, que el caso coloca ante el dilema de la "nobleza de las intenciones" y la "ilicitud del hecho" seg¨²n la Iglesia.

En el lado opuesto, la premio Nobel Rita Levi Montalcini considera, que la operaci¨®n realizada por el ginec¨®logo romano es "un acto de gran generosidad", ya que "un deseo de maternidad cortado por una muerte precoz revive gracias al amor de los familiares". "La ni?a, adem¨¢s, ha nacido en el mismo n¨²cleo familiar en que ha sido concebido", ha dicho el profesor Carlo Flamigni, uno de los precursores en Italia de la procreaci¨®n asistida.

El juez de Mil¨¢n Amedeo Santosuosso, autor de ensayos de bio¨¦tica, advierte que la hija podr¨¢ dejar de reconocer a sus padres un a?¨® despu¨¦s de su mayor¨ªa de edad o un a?o despu¨¦s de ser puesta al corriente de lo ocurrido.