En la guarida de los Lobos Isl¨¢micos
Los combatientes chechenos m¨¢s temidos emprenden cada d¨ªa una guerra Santa contra las tropas rusas
ENVIADO ESPECIAL Los Lobos Isl¨¢micos son uno de los grupo s de combatientes chechenos m¨¢s temidos por los rusos. Todos los d¨ªas salen de su base hacia Grozni a defender la capital, que contin¨²a siendo bombardeada por la artiller¨ªa rusa. Salen en grupos de unos 20 hombres, con Kal¨¢shnikov, ametralladoras, lanzagranadas. "iAl¨¢ akbar!, ?Al¨¢ akbar!" ("?Dios es grande!"), gritan como despedida al partir hacia el infierno de Grozni, donde no tienen nada que perder: o vencer¨¢n o, por parad¨®jico que parezca, encontrar¨¢n el para¨ªso, pues all¨ª van todos los que mueren en la guerra santa.El¨ª Sult¨¢nov, alto, pelo negro y barba, lleva como todos la cinta verde en la frente, se?al de que ha jurado luchar hasta vencer o morir en esta guerra santa que est¨¢n librando con un enemigo mucho m¨¢s numeroso y poderoso que se ha ensa?ado con la poblaci¨®n civil de Grozni sobre cuyas casas y calles ayer, continuaron cayendo los proyectiles de la artiller¨ªa rusa, segando m¨¢s vidas inocentes.
Este ingeniero del transporte industrial, de 35 a?os, tiene bajo su mando a unos cien hombres, el m¨¢s joven de los cuales tiene 16 a?os y el de m¨¢s edad ronda los 40. En el s¨®tano de un edificio de tres pisos semidestruido hab¨ªa una veintena de ellos, y, adem¨¢s de armas modernas, algunos exhib¨ªan verdaderas piezas de museo, como un M¨¢user de la II Guerra Mundial o un rev¨®lver del siglo pasado. Un alegre gordo de feroz aspecto llevaba una escopeta de caza y un inmenso cuchillo carnicero.
Los lobos, por lo general, consiguen sus armas en combate, pero los que a¨²n no han podido hacerse con una venden sus bienes y compran cualquier arma. Adam -un campesino en cuya casa viven 17 ni?os: los suyos y los de su hermano- vendi¨® su terreno y su pelliza para comprar un fusil autom¨¢tico.
La base de los lobos est¨¢ en un s¨®tano que, a juzgar por unos dibujos de boxeadores, serv¨ªa de gimnasio. Hoy, mientras algunos cocinan para el grupo de periodistas que ha llegado -les ofrecen todo lo que tienen e incluso aquello que ellos no se permiten el lujo de comer-, otros se entrenan dando pu?etazos y patadas de k¨¢rate a un enorme saco que cuelga del techo, y m¨¢s all¨¢, al fondo de la sala, mirando hacia La Meca, un guerrillero reza concentrado.
En una pared lateral est¨¢ el arsenal de los lobos: una ametralladora pesada, otra arma muy parecida, pero que result¨® ser un aparato que lanza granadas de mano de forma autom¨¢tica, y varios Kal¨¢shnikov. Sobre estas armas se eleva una verde bandera isl¨¢mica. Los guerrilleros aprovecharon el emblema comunista -la hoz y el martillo- para hacer la media luna musulmana que corona su propia ense?a.
"Un buen d¨ªa los ancianos me dijeron: basta ya de pasear por Grozni. Es hora de que te preocupes de defender tu ciudad. Entonces comenc¨¦ a organizar a los Lobos Isl¨¢micos", me cuenta El¨ª, quien agrega que antes formaba parte de la guardia personal del presidente checheno, Dzhojar Dud¨¢iev. Oficialmente todav¨ªa est¨¢ en ella, asegura, y peri¨®dicamente ve al general y a otros altos dirigentes de Chechenia.
Los lobos estuvieron presentes en los m¨¢s encarnizados combates de Petrop¨¢vlokoye y Pervomaisk durante los primeros d¨ªas de la guerra. Desde el 31 de diciembre participan en la defensa de Grozni. "En todo este tiempo nuestras bajas se han reducido s¨®lo a seis heridos y a un desaparecido", dice orgulloso El¨ª, que anteriormente combati¨® en Abjazia contra los georgianos. "Si fuera necesario, acudir¨ªa nuevamente en ayuda de los abjazos", declara.
La noche anterior sus hombres atacaron a los rusos desde tres flancos en el barrio Zav¨®skaya de Grozni. Afirma que es completamente falso que los soldados del Kremlin hubieran penetrado en el palacio presidencial. "He vuelto esta madrugada y te aseguro que seguimos controlando el palacio", sentenci¨® el l¨ªder de los Lobos Isl¨¢micos.
Enviados de Al¨¢:
Como todos los combatientes chechenos, los hombres de El¨ª Sult¨¢nov est¨¢n convencidos que su dios les ayuda y protege. "?Por qu¨¦ no pudieron tomar Grozni el 31 de diciembre y perdieron cientos de tanques? ?Qu¨¦ pueden hacer tan pocos hombres contra esa poderosa t¨¦cnica? Sin embargo, vencimos. Es porque junto con nosotros combaten enviados de Al¨¢. Ellos nos protegen", dijo convencido Rav¨ª.Hoy ir¨¢n a las monta?as a tratar de capturar a los paracaidistas que los rusos acaban de lanzar. Contra los rusos, El¨ª dice no tener "ni odio ni prejuicio". "Y la manera c¨®mo tratamos a los prisioneros lo confirma", agrega, refiri¨¦ndose al grupo de paracaidistas capturado el pasado 7 de enero y al que ayer vimos ya en otro lugar. "Los cambiamos de sitio cuando tememos que van a bombardear la zona donde se encuentran", explica.
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