"S¨ª funciona la educaci¨®n por televisi¨®n"
Elisenda Roca (32 a?os, Barcelona) tiene un nuevo proyecto para Televisi¨®n Espa?ola, que simultanear¨¢ con la presentaci¨®n del espacio Cifras y letras, su imagen de marca.Desde hace cinco a?os, todas las sobremesas, de lunes a viernes, da paso a los concursantes que tienen que completar palabras o realizar complicadas operaciones matem¨¢ticas para ganar dinero y regalos educativos. El p¨²blico del plat¨® participa activamente en la soluci¨®n de los enigmas, y seguro hace lo mismo la mayor¨ªa de los 1.500.000 espectadores que tiene, el progra.ma, el quinto m¨¢s visto de La 2 y premio Ondas 1994.
Pregunta. Su programa no ha sido criticado por nadie. ?Es que no tiene fallos?
Respuesta. Para m¨ª existe uno: mal horario. Muchos espectadores lo comentan, y resuelven el problema grab¨¢ndolo en v¨ªdeo para verlo a otra hora con sus hijos. Tenemos una audiencia fiel, aunque competimos con un telediario. En Francia, este programa se ernite por la tarde, que es mucho mejor.
P. ?Funciona la educaci¨®n por t¨¦levisi¨®n?
R. S¨ª. Creo que todas las televisiones deber¨ªan apostar por este tipo de programas, que no van m¨¢s all¨¢ de una labor m¨ªnimamente pedag¨®gica. Son programas en los que se aprende divirt¨ªendo. Nadie te pone a prueba, es uno mismo el que decide participar, y no hay suspenso, nadie llama a uno tonto por no acertar una respuesta. Yo dir¨ªa que tiene un valor educ¨¢tivo import¨¢nt¨ªsimo. Uno de los males mayores que se le achaca a la televisi¨®n es que, impide pensar, simplemente te tragas lo que te vayan echando. Cifras y letras no hace eso. Tampoco los programas de debate ordenado. Este tipo de espacios deber¨ªan fomentarse.
P. ?C¨®mo se consiguen audiencias, con un programa de este tipo?
R. Depende de c¨®mo se vista un programa educativo. No hay que confundir educaci¨®n con aburrimiento. Yo siempre he dicho que no hay ni?os tontos, sino malos pedagogos. Esto se puede aplicar a la televisi¨®n: no hay espectadores aburridos, hay programas que aburren.
P. ?A qu¨¦ se debe la escasez de estos programas?
R. No quiero pensar que los ejecutivos est¨¦n limitados, que no den m¨¢s de s¨ª. Quiero creer que se debe a una falta de planteamientos serios. Por otro lado, la vida de las televisiones privadas todav¨ªa es corta, y lo cierto es que la gente mira el morbo de los reality shows. Bien, esto es asunto de las privadas, pero las televisiones p¨²blicas deber¨ªan fomentar la televisi¨®n educativa como un servicio social; Telemadrid ya lo hace con Tele empleo
P. ?Tendr¨¢n un lugar estos programas en las grandes autopistas de la informaci¨®n?
R. Depende siempre de los que dirigen esos medios de comunicaci¨®n, y me desconciertan a menudo, por lo que no me veo con capacidad adivinatoria.
P. Cinco a?os de permanencia la hacen imbatible, ?cu¨¢l es su f¨®rmula?
R. Debe ser como la coca-cola, s¨®lo la tengo yo, pero ni siquiera la conozco. Soy como soy, pero el cierto que me adapto al programa.
P. ?Proyecta hacer algo diferente?
R. S¨ª. Un programa m¨¢s period¨ªstico que preparo en estos momentos, pero es a¨²n pronto para contarlo.
P. Tal vez con este programa se atrevan los contraprogramadores, porque hasta ahora nadie lo intent¨® contra usted, ?qu¨¦ le parece el fen¨®meno de la contraprogramaci¨®n?
R. Cada cadena debe elegir su programaci¨®n y competir. Pero la contraprogramaci¨®n se ha convertido en una guerra de nervios, incluso afecta a las revistas especializadas. Creo que el tiempo pondr¨¢ las cosas en su lugar. El nuevo programa lo compaginar¨¦, porque Cifras y letras tiene a¨²n mucha vida.
P. ?Cu¨¢nto le calcula?
R. Eterna.
P. ?Qu¨¦ sentir¨ªa si dejara el programa?
R. Un desgarr¨®n, un ara?azo. Aunque si se deja un programa, siempre es para hacer otro mejor.
P. ?Conoce a su espectador medio?
R. Los datos le hacen una persona familiar; el programa se suele ver acompa?ado. Lo ven profesionales liberales, pero tambi¨¦n amas de casa.
P. ?C¨®mo la tratan aquellos que la reconocen en la calle?
R. Con respeto. Con mucha educaci¨®n, no encontr¨¦ ning¨²n trato grosero. En general, la gente se muestra alegre de verme, me consideran una cara familiar.
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