La escala del trabajo

Ballet de Zaragoza

Cascanueces. Coreograf¨ªa: Mauro Galindo. M¨²sica: Piotr llich Chaikovski. Teatro de Madrid. La Vaguada. Madrid, 20 de enero.

La dotaci¨®n y calistenia b¨¢sica para bailar ballet acad¨¦mico parte de un entrenamiento sistem¨¢tico, de una coherencia, talento aparte, que no es f¨¢cil conseguir. El Ballet de Zaragoza ha mejorado algo en este aspecto, y es un buen signo la inclusi¨®n de las pupilas del conservatorio municipal de la capital aragonesa.El Cascanueces de Galindo es su mejor trabajo hasta hoy en cuanto a sus aventuras con los cl¨¢sicos; muy por encima de Coppelia (que no result¨® en su modernizaci¨®n ambiental) y de La Peri (cuyas condicionantes estil¨ªsticas eran un escollo pr¨¢cticamente insalvable). El problema es que Cascanueces es tambi¨¦n un ballet coral, grande, y la formaci¨®n de que dispone Galindo est¨¢ m¨¢s cerca de la de c¨¢mara, tanto por n¨²mero como por registro. Cascanueces, adem¨¢s, tiene unas referencias al original sobre las que hay que intervenir con pinzas; consultas obligadas hoy son el estudio monumental de Roland John Wiley y las apreciaciones est¨¦ticas de Natalia Roslaeva, entre otros; a trav¨¦s de ellos se llega a un ballet complejo, nada infantil, que encierra el drama del compositor y hasta el inicio de la decadencia del ilustre. fact¨®tum y libretista: Marius Petipa.

Concepci¨®n blanca

Galindo f¨ªa ambientado su pieza en los a?os treinta, puede intuirse que detr¨¢s est¨¢ la guerra civil espa?ola, y eso es un acierto en el que lamentablemente no profundiza. El primer acto es lo mejor, pues despu¨¦s acude a la forma de deslumbramiento formal y luminoso, como Neumeier en su propio segundo cuadro, con una concepci¨®n blanca donde hay movilidad, musicalidad, pero falta br¨ªo y concentraci¨®n estil¨ªstica.

Volvemos al estilo: meollo, semilla, f¨®rmula de la eterna juventud de un ballet. Cascanueces tiene un estilo particular que desvela su esencia en el pas de deux del segundo acto, donde debe vivirse sobre una constancia en la elevaci¨®n del gesto y el acento. El adagio se hace lento precisamente para este cometido po¨¦tico. Tras varios accidentes y avatares de ocasi¨®n, Galindo sac¨® la funcion adelante con algunos cambios de ¨²ltima hora que en algo perjudicaron la comprensi¨®n de la historia.

El escenario, sobrio, era adecuado a su idea de s¨ªntesis modemizante, pero otra vez en los trajes, como en La Peri, acumulaban desprop¨®sitos junto a aciertos que se quedaban detr¨¢s de la tienda de los horrores. La cosa est¨¢ en encontrar la escala espectacular exacta sobre la que se trabaja: ¨¦se es uno de los secretos formales del ballet, desde siempre. El p¨²blico llen¨® el teatro (y el cartel de no hay entradas estaba colgado para todo el fin de semana): es una bonita forma de cerrar su temporada los ma?os en Madrid.