Un timo por amor al arte
Una juez ultima el sumario en el que imputa a la ex directora del BOE haber estafado a varios artistas
Clara Pen¨ªn, titular de Instrucci¨®n n¨²mero 29 de Madrid, est¨¢ a punto de cerrar el sumario contra Carmen Salanueva, ex directora general del Bolet¨ªn Oficial del Estado (BOE), a la que imputa haber estafado a pintores de renombre, invocando presuntamente el nombre de la Reina y de la esposa del presidente del Gobierno, Carmen Romero. El relato de los hechos es digno de una novela picaresca: Salanueva se hizo con varios cuadros de fantosos pintores d¨¢ndoles a entender que sus lienzos estaban destinados a ser colgados de los muros de La Zarzuela o La Moncloa. A los artistas, m¨¢s que la supuesta estafa de que fueron v¨ªctimas, lo que les duele es la amarga sensaci¨®n de que les tom¨® el pelo.Esta aut¨¦ntica novela se inici¨® en 1988, cuando Carmen Salanueva se present¨® en la galer¨ªa Sokoa, de Madrid. Dijo que le gustaba mucho la obra del pintor Femando Rivero y, como quien no quiere la cosa, dej¨® caer en la conversaci¨®n que este artista es uno de los favoritos de la Reina y de la esposa del presidente del Gobierno.
"No hay problema. Tendremos mucho gusto en enviar cat¨¢logos a Su Majestad la Reina y a do?a Carmen Romero cada vez que hagamos una exposici¨®n de Rivero", le sugiri¨® a Salanueva la responsable de la galer¨ªa. Pero ¨¦sta se apresur¨®: "No, no... M¨¢ndenme a m¨ª los cat¨¢logos".
En v¨ªsperas de una exposici¨®n de este artista, Salanueva se person¨® en Sokoa y presuntamente dijo que Carmen Romero le hab¨ªa encargado comprar un cuadro. Naturalmente, tanto la galerista como el propio Rivero no tuvieron el menor inconveniente, sino al contrario, en que Salanueva fuera al estudio de ¨¦ste y que eligiese el ¨®leo que m¨¢s le interesase. "Es probable que vaya acompa?ada dej¨® caer Salanueva, dando pie a que el pintor pensara que la misteriosa acompa?ante fuera la mismisima esposa de Felipe Gonz¨¢lez o incluso do?a Sof¨ªa.
La entonces directora general del BOE acudi¨® al estudio de Rivero y, con gran decepci¨®n para ¨¦ste, lo hizo sola. Eligi¨® un bonito cuadro de una balanza con uvas y lo pag¨® religiosamente, aunque el artista le hizo un precio especial. Andando el tiempo, Carmen Salanueva volvi¨® a visitar la galer¨ªa y, seg¨²n las declaraciones de diversas personas, explic¨® que do?a Sof¨ªa ten¨ªa inter¨¦s en que Fernando Rivero le pintase un cuadro con un viol¨ªn. La ¨²nica condici¨®n impuesta por la Reina, dijo, es que el encargo no sobrepasase el mill¨®n de pesetas.
El dinero no era el problema, sino que Rivero carec¨ªa de un cuadro con viol¨ªn. O al menos uno que fuese digno de la Casa Real. El artista prometi¨®, no obstante, que pintar¨ªa uno para meses despu¨¦s, para que estuviera a tiempo de la onom¨¢stica de don Juan Carlos.
Devorado por el resquemor de no haber podido complacer el deseo de la Reina, Rivero decidi¨® regalarle un antiguo cuadro con la efigie de don Juan Carlos realizado en plata por uno de sus antepasados. A pesar del alto valor sentimental de esta pieza, el artista determin¨® desprenderse de ella, pidiendo a la supuesta intermediaria que se la hiciera llegar al Rey.
M¨¢s tarde, Carmen Salanueva adquiri¨® el famoso cuadro del viol¨ªn a Fernando Rivero, que: don¨® otros dos m¨¢s "para la Casa Real". Dentro de las relaciones entre el pintor y Salanueva, ¨¦sta le comunic¨® un d¨ªa que iba a ser invitado a la Bodeguiya de La Moncloa. Tanta debi¨® ser la emoci¨®n del artista que cogi¨® los pinceles y pint¨® una hiperrealista rosa-roja. ?Qu¨¦ mejor cosa para el secretario general del PSOE que regalarle el s¨ªmbolo de su partido ... ! Una vez m¨¢s, la ex directora del BOE se ocupar¨ªa de hac¨¦rselo llegar a Gonz¨¢lez. Lo malo es que el ¨®leo jam¨¢s entr¨® en La Moncloa y que el pintor nunca fue invitado a la Bodeguiya.
En 1992, Salanueva comunic¨® a la galer¨ªa Sokoa que se iba a organizar una exposici¨®n itinerante de los mejores artistas espa?oles, coincidiendo con la celebraci¨®n, del Quinto Centenario del descubrimiento de Am¨¦rica. Y que ser¨ªa buena idea contar con obras de Isabel Guerra, la monja pintora; Beltr¨¢n Bofill, Sala Llorens y Fernando Rivero, que despu¨¦s quedar¨ªan en poder del patrimonio nacional. Como es l¨®gico, todos aceptaron encantados.
Seg¨²n declaraciones de los Perjudicados, Salanueva llam¨® un d¨ªa a Sokoa y asegur¨® que en una cadena de televisi¨®n norteamericana estaba saliendo un reportaje en el que aparec¨ªan los citados cuadros, que se estaban exponiendo en el Museo de Arte Moderno (MOMA) de Nueva York. Tanta fue la emoci¨®n de Rivero que pidi¨® a uno de sus hijos, estudiante en Estados Unidos, que fuese al museo para ver su obra. Fue... y all¨ª nadie sab¨ªa nada de la supuesta exposici¨®n itinerante espa?ola.
Pese a las circunstancias extra?as que rodearon las relaciones entre Salanueva, la galer¨ªa Sokoa y los pintores, ninguno de ¨¦stos sospech¨® nunca nada. Y, a fin de cuentas, era dif¨ªcil e inadecuado ir a La Moncloa o a La Zarzuela a pedir explicaciones. Adem¨¢s, de cuando en cuando recib¨ªan tarjetones de agradecimiento o de felicitaci¨®n navide?a presuntamente cursados desde el palacio real o presidencial.
Todo muy raro. Pero, adem¨¢s, alguno de los presuntos perjudicados recibi¨® en Navidades un primoroso estuche conteniendo un reloj, cuya esfera estaba decorada por el escudo real, Y el correspondiente tarjet¨®n. ?Qu¨¦ emoci¨®n! Lo malo es que la polic¨ªa descubri¨® recientemente que cada uno de estos relojes hab¨ªan s¨®lo 10.000 pesetas y que hab¨ªan sido comprados por Salanueva, mediante tarjeta de cr¨¦dito, en la tienda de recuerdos del Palacio de Oriente. ?Qu¨¦ decepci¨®n para los artistas!
Pese a las cosas raras que hab¨ªa en el asunto, nadie present¨® denuncia contra Salanueva, que actualmente est¨¢ en libertad bajo fianza de 500 millones de pesetas. Su presunta estafa a los artistas fue descubierta casualmente por la Brigada Judicial de Madrid cuando a finales de 1993 la investigaba por presunta corrupci¨®n en la compra de papel para el Bolet¨ªn Oficial del Estado: un pinchazo al tel¨¦fono de la ex directora del BOE fue la pista. El sumario de este caso est¨¢ a punto de ser cerrado por la juez Pen¨ªn. Mientras, su compa?era Ana Ferrer ultima tambi¨¦n el relativo a la presunta malversaci¨®n y otros delitos que, seg¨²n el auto de procesamiento, perjudic¨® a la Hacienda p¨²blica en m¨¢s de 500 millones de pesetas.
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