La sociedad astron¨®mica brit¨¢nica asegura que los signos del zodiaco son trece y su duraci¨®n es desigual

Los Aries son en realidad Piscis y los Escorpios una insignificante porci¨®n de la humanidad nacida entre el 23 y 29 de noviembre, mientras las posibilidades de ser Virgo -del 16 de septiembre y el 30 de octubre- aumentan considerablemente. Los signos del zod¨ªaco, no s¨®lo est¨¢n err¨®neamente adelantados, sino que son, en realidad, trece. Habr¨ªa que incluir el denomina do Ofiucus -versi¨®n latina del dios griego de la Medicina- en la primera quincena de diciembre. Son algunas conclusiones de la doctora Jacqueline Mitton, de la Real Sociedad de Astronom¨ªa brit¨¢nica.

Esta cruda revelaci¨®n sobre los errores de la Astrolog¨ªa, realizada por la doctora Mitton, ha provocado un nuevo enfrentamiento en la hist¨®rica batalla que libran astr¨®logos y astr¨®nomos desde hace. tiempo.La doctora explica con detalles la falacia en la que, seg¨²n ella, est¨¢ basada la astrolog¨ªa, en el tercer cap¨ªtulo de la serie Cuerpos celestiales que inaugura hoy la cadena de televisi¨®n estatal BBC en un intento de popularizar la ciencia que estudia el Universo. Y ah¨ª entramos nuevamente en un terreno de disputa entre astr¨®logos y astr¨®nomos conocido de la mayor¨ªa.

Los signos de las estrellas se han determinado tradicional mente por los movimientos del sol a lo largo del a?o a trav¨¦s de una serie de constelaciones. Hace 2.000 ¨® 3.000 a?os, el a?o se dividi¨® arbitrariamente en doce partes iguales bautizando a cada una con el nombre de las constelaciones en las que se supone el sol deb¨ªa encontrarse.

Esa divisi¨®n es la base del actual hor¨®scopo al que todos estamos acostumbrados. Sin embargo, y de acuerdo con la Uni¨®n Astron¨®mica Internacional, lo cierto es que las constelaciones tienen diferentes tama?os y, por lo tanto, los signos del Zod¨ªaco deber¨ªan durar diferente n¨²mero de d¨ªas.

Atrasar el hor¨®scopo

Pero adem¨¢s, los signos actualmente admitidos adolecen de otro fallo, el de no haber tenido en cuenta el hecho significativo de que el eje de la Tierra se desplaza cada a?o. Lo cual significa que hoy, transcurridos cerca de 3.000 a?os desde que se fijara el primitivo zod¨ªaco, tendr¨ªamos que atrasar el hor¨®scopo un signo completo.

Mientras la BBC asegura haber enviado una copia del nuevo zod¨ªaco a los tabloides brit¨¢nicos -peri¨®dicos populares donde son m¨¢s seguidos los hor¨®scopos-, los astr¨®logos han reaccionado con furia y determinaci¨®n: no mover¨¢n uno s¨®lo de los signos. La mayor¨ªa considera como Jonathan Cainer, astr¨®logo del Daily Mail, que la ignorancia de los cient¨ªficos" es abrumadora.

"La existencia de, Ofiucus es conocida por todos desde tiempo inmernorial", explica Cainer mientras se lamenta de que los astr¨®nomos no sean capaces de entender el sentido de esos signos convencionales usados en la Astrolog¨ªa, y de cuya arbitrariedad los astr¨®logos son conscientes. "Nunca hemos pretendido basar nuestras predicciones astrol¨®gicas en las constelaciones", opina Cainer, que insiste en que lo importante es la posici¨®n de los planetas vistos desde la Tierra.

"Como suele ocurrir, los astr¨®nomos se dedican a colocarnos frases que nunca hemos dicho", opinaba ayer el astr¨®logo del diario Daily Telegraph, Robert Hyde. "Nosotros nunca hemos dicho que las constelaciones sean doce. Hasta donde yo s¨¦, son 88; muchas de ellas superpuestas. Los cient¨ªficos intentan descalificar la Astrolog¨ªa con sus propias ideas preconcebidas, y ni siquiera son capaces de estar de acuerdo con ellos mismos".

Interpretar los astros

Tampoco la totalidad de los astr¨®logos son devotos de los hor¨®scopos que se difunden en la. prensa. Muchos consideran, que la interpretaci¨®n de los astros y su influencia sobre la, criatura humana exige un trabajo m¨¢s riguroso y profundo. En un amplio art¨ªculo publicado ayer en The Daily Telegraph, el editor cient¨ªfico del diario ironizaba sobre los "ingredientes" b¨¢sicos con que debe contar un hor¨®scopo de ¨¦xito: usar amplios conceptos de doble sentido que abarquen situaciones contradictorias es uno de ellos. Hacer prediciones lo m¨¢s vagas posible es otro, sin olvidar un ingrediente esencial: contarle a la gente lo que quiere o¨ªr.