Nadie llor¨® a los ausentes
En la segunda jornada del festival Atl¨¢ntica 95, en Las Palmas de Gran Canaria, nadie llor¨® a los ausentes. El zaire?o Ray Lema sustituy¨® a los Kinks, pop africano por pop brit¨¢nico, y en la playa del Ingl¨¦s m¨¢s de 30.000 personas prolongaron la fiesta hasta alt¨ªsimas horas de la madrugada. Y es que el multitudinario concierto hab¨ªa adquirido su condici¨®n mestiza.Los ritmos, las est¨¦ticas y los idiomas se cruzaron vertiginosamente en un escenario zarandea por el viento y la arena. Tres continentes unidos por un oc¨¦ano, y por una cultura musical dispuesta a paladear con igual placer el nuevo flamenco de Ketama, la tradici¨®n canaria de Mestisay, el saxo sin fronteras de Ray Lema y la nostalgia jamaicana de The Wailers.
La banda de los Carmona, Ketama, atraviesa uno de los momentos m¨¢s brillantes de sus 10 a?os de carrera. Y lo demuestra encandilando a p¨²blicos tan diferentes como los que asistieron a este festival multirracial. Poco importa si atacan con buler¨ªas, con tanguillos, con fandangos, o incluso con sevillanas a ritmo de salsa, porque su sonido ha alcanzado tal amplitud que es dif¨ªcil no encontrar, referencias comunes. Superaron problemas de sonido, bordaron una versi¨®n de un tema de Antonio Vega, y rozaron la gloria en dos momentos muy especiales: con la respetuosa interpretaci¨®n de unas buler¨ªas y con los lamentos de guitarra flamenca de unos tanguillos llamados Ketama. El resto de su actuaci¨®n fue una irrechazable invitaci¨®n al baile.
Los Wailers tambi¨¦n ofrecieron un magn¨ªfico concierto. Con Bob Marley, el que fuera su l¨ªder, como referencia constante, demostraron que el reggae no es un g¨¦nero muerto. Y que su cadencioso ritmo encaja a la perfecci¨®n Con los gustos musicales de isle?os y visitantes.
Finalmente, el zaire?o Ray Lema se impuso en una batalla de despachos a la Oyster Band, y cerr¨® el festival con un pop africano absolutamente innovador. Instrumentalmente austero, Lema hizo gala de una enorme brillantez mel¨®dica. Eran las cuatro de la ma?ana, y la Oyster Band no tuvo ni tiempo ni ganas para demostrar su capacidad para poner patas arriba el pop-rock celta.
Babelia
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