Relevo comprometido
Guus Hiddink afronta una delicada renovaci¨®n generacional en Holanda
Si Guus Hiddink necesitaba confirmaci¨®n de lo delicada que ser¨¢ su nueva tarea al frente de la. selecci¨®n holandesa, se la dio la derrota del pasado mi¨¦rcoles ante Francia en Utrecht. Al ex t¨¦cnico del Valencia no le falta calidad, pero se ve obligado a efectuar un espinoso relevo generacional. El 0- 1 en un partido amistoso tiene una relevancia relativa o nula. Sin embargo, el pobre juego desarrollado durante su deb¨² en el banquillo le sirve para calibrar y ordenar sus prioridades.Fue el partido de los relevos. Dick Advocaat pas¨® el testigo t¨¦cnico a Hiddink mientras la afici¨®n era invitada a dar una calurosa despedida a hombres clave en el engranaje de la naranja mec¨¢nica como Wouters, Kieft, Van Aerle, Rijkzaard y los hermanos Koeman. Con Gullit en rebeld¨ªa y Van Basten en su en¨¦sima etapa de convalecencia, el encuentro signific¨® un llamativo punto y aparte en el discurso holand¨¦s.
Este tipo de gui¨®n es arriesgado. Tiene un desenlace feliz si el p¨²blico vierte unas l¨¢grimas por los veteranos para luego ver c¨®mo la selecci¨®n renovada promete ¨¦xitos de segunda generaci¨®n. La desgracia para Hiddink es que su deb¨² acab¨® sugiriendo un grave vac¨ªo generacional. A. su selecci¨®n no le falt¨® calidad, pero s¨ª personalidad.
La lectura positiva se basa en la historia reciente de una selecci¨®n donde tal vez sobraban las personalidades y los conflictos entre ellas, salpimentados por los coqueteos con Johan Cruyff que derivaron en problemas para Leo Beenhakker y Dick Advocaat en los dos ¨²ltimos mundiales. La nostalgia del ¨¦xito en la Eurocopa de 1988 ha enterrado las amarguras soportadas por Rinus Michels en las primeras escenas de la obra, cuando decidi¨® prescindir de los servicios de Marco van Basten. Hiddirik entra en uno de los vestuarios m¨¢s conflictivos del f¨²tbol europeo.
Su presentaci¨®n se complic¨® m¨¢s por las lesiones de Dennis Bergkamp y Ronald de Boer. Los hombres que decidi¨® foguear reflejan las profundidades de talento a¨²n generadas en Holanda, especialmente por la escuela del Ajax. Michael Mols y Glenn Helder fueron los debutantes en la camiseta naranja. No son pipiolos. Tienen 24 y 26 a?os, respectivamente, y su aparici¨®n ante Francia sorprendi¨® porque ambos hab¨ªan sido desechados por el Ajax. Mols abandon¨® Amsterdam para ir al Cambuur y despu¨¦s al Twente. Helder se march¨® a Rotterdam para enrolarse en el Sparta y luego vestir la camiseta del Vitesse. Queda por ver si hacerles debutar en una actuaci¨®n tan triste ser¨¢ contraproducente.
Aqu¨ª radica el problema de Hiddink. El Ajax sigue proporcion¨¢ndole j¨®venes dotados como el lateral Michael Reiziger (21 a?os), centrocampistas como Edgar Davids (21 a?os) y Clarence Seedorf (18 a?os), y delanteros como Patrick Kluivert (18 a?os). Pero quedan por compensarse las carencias en cuanto a madurez, personalidad y experiencia, precisamente las cualidades de los hombres homenajeados.
La mec¨¢nica de la naranja ahora se apoya en veteranos como Danny Blind (33 a?os), Stan Valckx (31), Wim Jonk (28) y Aron Winter (27). Pero son hombres que, a pesar de su veteran¨ªa, siempre han desempe?ado papeles secundarios detr¨¢s de las figuras m¨¢s consagradas. Hiddink, para que el talento de los j¨®venes llegue a una eclosi¨®n internacional, se ve obligado a infundir a los ficticios veteranos la confianza necesaria no s¨®lo para alcanzar ellos mismos su ¨®ptimo nivel, sino tambi¨¦n para colaborar en el desarrollo del talento embrionario.
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