Si ¨¦sta es la justicia...

Consternaci¨®n e indignaci¨®n me ha producido el leer la noticia del desahucio de ese pobre matrimonio por el impago de parte de su televisor.A la vista est¨¢ que no ha sido s¨®lo a m¨ª a quien le ha indignado, pero me pregunto: ?qui¨¦n es el juez que fue capaz de dictar sentencia de embargo y subasta de ese piso? ?Qui¨¦n el abogado que les indefendi¨®? ?Qui¨¦n el individuo que compr¨® el piso por cantidad tan rid¨ªcula como 20.000 pesetas?

En estos tiempos en que los nombres de los jueces est¨¢n en la boca de todos, ser¨ªa bueno que supi¨¦ramos el nombre de ¨¦ste... y, c¨®mo no, para ir sabiendo con qui¨¦n un d¨ªa desgraciado podemos toparnos. No me parece acertado que la solidaridad de la gente se oriente a que les den otra casa; al fin y al cabo, la gente es esencialmente buena y acepta sus desgracias sin rebelarse. La protesta de la gente debe exigir que el juez debe retractarse de lo sentenciado.

Esto no es f¨¢cil, cierto, pero s¨ª es posible, ah¨ª est¨¢ el Defensor del Pueblo, el Colegio de Abogados, los Jueces para la Democracia y dem¨¢s tratantes de la justicia para no callarse y dar la sentencia por v¨¢lida y ajustada a derecho, como se oye decir.

Recu¨¦rdese que s¨®lo el Papa es infalible. Si no hay ley que pueda modificar esa sentencia... que la inventen. Todo antes de que pase a formar parte de la jurisprudencia de casos curiosos... As¨ª, las. gentes de a pie no pensaremos de la justicia lo que aquel alcalde andaluz...-