Saura, otra vez por buler¨ªas
El director de cine inicia en Sevilla el rodaje de 'Flamenco'
La Paquera de Jerez, que por buler¨ªas es una furia, est¨¢ arrellanada en una silla esperando a estallarse en cantes. Es cetrina, oronda, racial y viste colita de vis¨®n con pantuflas celestes. A su lado, un ingl¨¦s blanquecino y t¨¦cnico de sonido grita: "iOkey!", y otro, italiano pero de luces, le devuelve como un eco: "Va bene". "Dios m¨ªo, qu¨¦ de gente extranjera", exclama La Paquera en su trono; "pero, chiquillo, el flamenco es de tanta ra¨ªz pura que todo lo traga y todo lo puede". Ayer comenz¨® en Sevilla el rodaje de Flamenco: el director es Carlos Saura, aragon¨¦s; el fot¨®grafo es Vittorio Storaro, romano; el ingeniero de sonido es Chris Munro, ingl¨¦s. Nunca un arte tan mestizo se hab¨ªa convertido en tanta torre de Babel.
"Busco el m¨¢ximo respeto a los artistas. Ellos son los ¨²nicos protagonistas", proclam¨® Saura, ya despojado de su sombrero de rodaje, poco antes de posar su mirada sobre los monitores de las tres c¨¢maras. En el arte. del queji¨®, Saura no el un intruso. En su primer filme -Los goffos, 1959- ya sonaron cantes. Luego vendr¨ªa su ciclo con Antonio Gades y, finalmente, Sevillanas, la pel¨ªcula embri¨®n de este Flamenco. Entre los corredores laber¨ªnticos de cortinajes y telas trasl¨²cidas ideados por Saura y Storaro para que la c¨¢mara se inteme buscando la esencia del cante, Carlos Saura hace apartes con las bailaoras del primer d¨ªa de rodaje y ¨¦stas le danzan mir¨¢ndolo a la cara y oblig¨¢ndole a contornearse. Storaro, de 54 a?os, el gran brujo de los focos que alumbr¨® prodigios lum¨ªnicos llamados Apocalypse now o El ¨²ltimo emperador, explica, con la humildad de sus tres oscars, qu¨¦ pretende en esta pel¨ªcula: "Aprender un poco m¨¢s de la cultura espa?ola".
"Mi representante me ha dicho que este t¨ªo se ha empapao todo lo de flamenco desde los a?os treinta. Es un monstruo", le piropea el cantaor pluriempleao, como, ¨¦l se llama, Fernando de la Morena. Fernando, como el batall¨®n de flamenquitos, est¨¢ revuelto, nervioso: del cine sabe que una vez vio Tarz¨¢n. Y punto. Por su parte, el guitarrista y productor musical Isidro Mu?oz, de 42 a?os, que aporta la elecci¨®n y la direcci¨®n de los 60 artistas que desfilar¨¢n ante los focos, no cree que ese reparto mayest¨¢tico cierre una especie de gran cat¨¢logo flamenco en su momento de m¨¢s moda: "Eso dicen, que el flamenco est¨¢ de moda. Pero no hacemos esta pel¨ªcula como algo definitivo. El flamenco es siempre inabarcable".
Todo esto ocurre bajo las s¨®lidas b¨®vedas mud¨¦jares de la vieja estaci¨®n ferroviaria de Plaza de Armas, en Sevilla, hasta ayer inanimada, donde el productor malague?o Juan Lebr¨®n -cuyas Sevillanas rozaron el ¨²ltimo Emmy en Nueva York- ha alzado decorados para penetrar en el vientre del flamenco sin salir a la luz del exterior. La pel¨ªcula (450 millones de presupuesto, 32 d¨ªas de rodaje, un gui¨®n abierto y el minutado indefinido) se estrenar¨¢ a finales del mes de mayo en Cannes, y en junio pr¨®ximo ya podr¨¢ exhibirse en salas comerciales.
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