Todo el deporte italiano se paralizar¨¢ el domingo por el asesinato de un hincha
PERU EGURBIDE Las siete horas de batalla campal que se registraron en G¨¦nova el pasado domingo tras el asesinato de Vincenzo Spagnolo, un hincha local de 27 a?os, han conmocionado a Italia, casi tanto como los grandes atentados mafiosos. El tema fue debatido ayer por el Gobierno y por el Comit¨¦ Nacional para la, Seguridad. Silvio Berlusconi, ex presidente del Gobierno y del Milan, hizo un escueto comentario en el que lamentaba la muerte de Spagnolo. Finalmente, el Comit¨¦ Ol¨ªmpico Italiano (CONI) decidi¨®, de acuerdo con la federaci¨®n, suspender todas las manifestaciones deportivas el pr¨®ximo domingo.
De la misma opini¨®n era Antonio Matarrese, presidente de la Federaci¨®n Italiana de F¨²tbol para el que "fue un error suspender el encuentro del pasado domingo [G¨¦nova-Milan], porque hay que defender el f¨²tbol de los ataques procedentes de elementos que le son ajenos".Sergio Campana, presidente de la Asociaci¨®n de Futbolistas inform¨®, en cambio, que sus representados est¨¢n decididos a que el pr¨®ximo domingo no se juegue la Liga. Le apoya Luciano Nizzola, presidente de la Liga, y tambi¨¦n los ¨¢rbitos y los sindicatos policiales.
Alfredo Spinelli, presidente del G¨¦nova comparte esta opini¨®n. "El f¨²tbol debe ser vida y no muerte. El Gobierno y el Ministerio del Interior deben saber que, cada domingo, corre peligro la vida de nuestro familiares. Paremos el f¨²tbol", dijo.
Silvio Berlusconi, presidente del Milan, rompi¨® a ¨²ltima hora de la tarde el silencio que hab¨ªa mantenido despu¨¦s del partido. "Las sociedades deportivas deben colaborar en erradicar estos actos violentos", dijo.
Antecedentes
Los enfrentamientos en torno al f¨²tbol han provocado en Italia un total de siete muertes en los ¨²ltimos 15 a?os, tres de ellas por arma blanca, a pesar de que la peque?a delincuencia italiana casi nunca se sirve de navajas ni cuchillos. Pero la tensi¨®n nunca hab¨ªa alcanzado las cotas del pasado domingo. Desde las 15.30 horas, cuando se suspendi¨® el G¨¦nova-Milan al comenzar el segundo tiempo, hasta las 22.30 horas, una batalla violent¨ªsima enfrent¨® a m¨¢s de 1.000 tifosos genoveses dispuestos a vengar la muerte de su compa?ero Vincenzo Spagnolo y a las fuerzas de orden p¨²blico, que defendieron la seguridad de 970 hinchas milaneses parapetados en la tribuna sur del estadio Marassi.
Barricadas, bombas incendiarias que provocaron la destrucci¨®n de alg¨²n coche, choque cuerpo a cuerpo con gran empleo de porras y garrotes por ambas partes se prolongaron, con un saldo de 20 heridos, hasta que una carga definitiva de polic¨ªas y carabineros rompi¨® el cerco de la hinchada local en torno al estadio.
Sobre las diez y media de la noche, se procedi¨® al traslado hasta la capital lombarda de los milaneses asediados -aproximadamente un tercio de los 3.000 tifosos del Milan que se hab¨ªan trasladado para el partido- en autobuses municipales fuertemente escoltados. Previamente, fueron indentificados y fotografiados uno por uno, inclu¨ªdos tambi¨¦n los ni?os.
La intuici¨®n policial que motiv¨® esta inspecci¨®n detallada result¨® exacta. El asesino estaba entre los que quedaron aislados en el estadio. Fue detenido en su casa de Mil¨¢n, ayer por la ma?ana, tras comprobarse algunos otros detalles. Se trata de Simone Barbaglia, un joven de 19 a?os, de aspecto modosito.
Las medidas que estudia el Gobierno incluyen la advertencia a los clubes de que deben controlar a sus respectivas hinchadas. Tambi¨¦n la Federaci¨®n considera que los dirigentes son tolerantes con los tifosos, a los que facilitan desplazamiento y utilizan para vender entradas.
El Ejecutivo asumir¨¢, adem¨¢s, las modificaciones al decreto sobre seguridad de espect¨¢culos deportivos que el Senado comenzar¨¢ a discutir el jueves. Entre ¨¦stas, figura la exigencia de identificar a todo comprador de entradas para el f¨²tbol, y hay otras dudosamente constitucionales, como la que obliga a los ya condenados por delitos de este tipo a comunicar a la polic¨ªa su paradero preciso en los d¨ªas de partido o la que impide que los peligrosos puedan siquiera acercarse a los puntos de concentraci¨®n o tr¨¢nsito de tifosos. Los sindicatos de polic¨ªa piden, adem¨¢s, que se proh¨ªban los desplazamientos colectivos a los partidos.
El asesino, de 19 a?os, se qued¨® a ver el encuentro
Simone Barbaglia, de 19 a?os, consider¨® que no era cuesti¨®n de perderse el partido, aunque acabara de despedazar, con una certera pu?alada, el coraz¨®n de Vincenzo Spagnolo. Ocup¨® su sitio en la tribuna sur, all¨ª mismo se deshizo del cuchillo y particip¨® como uno m¨¢s en las emociones del encuentro G¨¦nova-Milan.Tras la suspensi¨®n del encuentro, cuando las radios dieron la primera noticia de la muerte de su v¨ªctima, Simone Barbaglia opt¨® por atrincherarse en la misma tribuna con sus amigotes, uno de los cuales ha sido detenido tambi¨¦n como c¨®mplice, y esperar a que la polic¨ªa les sacara del apuro.
Todo esto se lo cont¨® ayer el mismo Barbaglia al juez, de modo que la polic¨ªa pudo incluso recuperar el cuchillo homicida dentro del estadio Marassi. El detenido sostiene que actu¨® sin premeditaci¨®n y solamente para defenderse. Barbaglia y sus amigos pertenecen a un grupo llamado Barbour. Usan las conocidas chaquetas verdes engrasadas utilizadas por cazadores y pescadores, o, alternativamente, abrigos loden, lo que les convierte en una especie de mods frente a los rockers y naziskins que dominan el panorama de los hinchas del f¨²tbol. No son de una clase social m¨¢s elevada. Se trata simplemente de otra variedad m¨¢s fr¨ªa y refinada de violentos.
Por eso, parecen infundadas las especulaciones acerca de un compl¨® contra Spagnolo debido a motivos ajenos al mundo del f¨²tbol. Aunque Barbaglia y sus amigos actuaron, eso s¨ª, con predeterminaci¨®n. Llegaron a G¨¦nova en tren, y evitaron la hinchada del Milan para no tener que entrar en el campo escoltados por la polic¨ªa.
El enfrentamiento fue breve, y certero. A las 14.30 horas, Barbaglia esperaba puntual en su tribuna del Marassi a que el ¨¢rbitro autorizara el primer saque.
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