El Defensor del Pueblo impide que se expulse a una dominicana embarazada

La oficina del Defensor del Pueblo paraliz¨® el jueves la expulsi¨®n de Espa?a de Anastasia Abad Esca?o, una inmigrante dominicana embarazada de siete meses que convive con un espa?ol, padre del ni?o. La mujer, cuya orden de expulsi¨®n del pa¨ªs por "estancia ilegal" se remonta a 1993, fue detenida hace dos d¨ªas. La polic¨ªa decidi¨® ejecutar la deportaci¨®n, a pesar de las alegaciones del padre.

S¨®lo el Defensor del Pueblo logr¨® evitarlo. Este organismo actu¨® en defensa de la madre, por el riesgo que suponen para ella la tensi¨®n y el viaje tan largo; y tambi¨¦n por el nasciturus, que, como hijo de espa?ol, es un candidato a obtener esta nacionalidad y la expulsi¨®n le privar¨ªa de ese derecho y del de seguir junto a su padre. Ante la intervenci¨®n del Defensor del Pueblo, la Delegaci¨®n del Gobierno decidi¨®, anular la orden de expulsi¨®n. Ahora, ella tendr¨¢ que iniciar los tr¨¢mites para conseguir el permiso de residencia.Hacia las 20.00 horas del jueves, los abogados del Comit¨¦ de Defensa de Refugiados, Asilados e Inmigrantes en Espa?a (Comrade), una entidad que trabaja en este campo desde hace a?os, llamaron desesperados a la oficina del Defensor.

Luc¨ªa Paredes, uno de estos letrados, explica: "En la Brigada de Documentaci¨®n de Los Madrazo no hicieron ni caso a nuestras alegaciones acerca del embarazo de la mujer y de la condici¨®n de hijo de espa?ol del ni?o". "Recurrimos a la Audiencia Nacional y ah¨ª aceptaron nuestros requerimientos de suspensi¨®n, pero faltaba el presidente y su firma era imprescindible", a?ade. Las horas se echaban encima porque la expulsi¨®n estaba prevista para ayer, viernes.

La oficina del Defensor habl¨® con la Brigada, con los abogados y con el padre de la criatura y tom¨® una decisi¨®n clara: suspender la orden. A las 22.00 horas, Anastasia abandonaba Los Madrazo.

De buena fe

Jos¨¦ Mar¨ªa Fern¨¢ndez Mateo, responsable del ¨¢rea de Defensa e Interior de la Oficina del Defensor del Pueblo, explica que este tipo de casos, aunque no habituales, van aumentando. "Cada vez hay m¨¢s inmigrantes, regularizados o no, que entablan relaciones afectivas con espa?oles, y muchos de ellos, aunque conviven, no se casan -hecho que les conferir¨ªa el estatuto de ciudadanos comunitarios- por distintos motivos", asegura."Normalmente, en los casos de claro embarazo, y m¨¢s tan avanzado, sugerimos que se paralice la expulsi¨®n, aqu¨ª se da otra circunstancia de gran peso, ya que el nasciturus, al ser hijo de espa?ol puede alcanzar, cuando nazca esa nacionalidad, y si se le expulsa se le priva de ese derecho", a?ade. "Como es una pareja que convive de hecho, argumentamos que ¨¦l es padre de la criatura bas¨¢ndonos en una presunci¨®n de buena fe de su palabra; son casos en que los minutos son preciosos y no siempre hay documentos", concluye. "Existen convenios internacionales de protecci¨®n a la infancia y a la familia; adem¨¢s, esta mujer no ten¨ªa ning¨²n antecedente penal, era un caso puro de extranjer¨ªa", concluye. Paredes y sus compa?eros de Comrade est¨¢n alarmados ante la actitud de los funcionarios policiales que intervinieron en este caso. "La expulsi¨®n de esta mujer habr¨ªa sido un hecho grav¨ªsimo, y sin precedentes, y lo habr¨ªan llevado a cabo de no mediar alguien por ella", asegura Paredes. "Como en otras ocasiones, hemos tenido problemas con el Grupo 2 de la Brigada de Documentaci¨®n, ya que no- atend¨ªan a razones apostilla Paredes. "Ni siquiera nos dejaron llevarle las pastillas que debe tomar por su estado", concluye. Fern¨¢ndez Mateo intenta explicar la actitud policial. "Act¨²an seg¨²n el principio de eficacia policial y deben ejecutar la orden dictada en su momento por la Delegaci¨®n del Gobierno; hay que decir que en la delegaci¨®n hicieron caso enseguida a nuestra recomendaci¨®n", matiza.