"Nos han estado enga?ando", denunc¨ªa el subcomandante Marcos
Cuando todo parece indicar que el Ej¨¦rcito y 1a polic¨ªa mexicana se aproximan al lugar de la selva Lacandona donde supuestamente- se trinchera el subc¨®mandante Marcos con la plana mayor del Ej¨¦rcito Zapatista de Liberaci¨®n Nacional (EZLN), el peri¨®dico La Jornada revelaba ayer la ¨²ltima entrevista de este guerrillero, hecha horas antes del giro dado por el Gobierno mexicano al conflicto. "Nos han estado enga?ando", asegura el jefe rebelde.
En la entrevista, que los reporteros del peri¨®dico sit¨²an en el ya tomado Guadalupe Tepeyac, concretamente en la ma?ana del 9 de febrero (Ernesto Zedillo desenmascara a Marcos a las 18.00 horas de ese mismo d¨ªa en -un mensaje por televisi¨®n), Rafael Sebasti¨¢n,Guill¨¦n Vicente (nombre real del subcomandante) revela que el Gobierno mexicano ha estado haciendo tiempo "para atacar en tiempos de seca, de hambre". Y advierte: "Lo que, sigue no lo para nadie. Es la guerra de guerrillas". Marcos dice en su encuentro con los periodistas de La Jornada que el Gobierno mexicano ha estado tratando de amenazarles y precisa que ¨¦l mismo les mand¨® decir que pod¨ªan proceder contra ellos. "La rendici¨®n no estaba en nuestros planes", agreg¨®. La entrevista es coherente con la ¨²ltima carta acu?ada con la firma de Marcos que circula en las ¨²ltimas horas por M¨¦xico. Se trata de una m¨ªsiva, probablemente la ¨²ltima, que Marcos le dirige al secretario de Gobernaci¨®n, Esteban Moctezuma, el segundo hombre fuerte del Gobierno de Zedillo y con quien se entrevist¨® el pasado 15 de enero en un lugar no precisado, de la selva chiapaneca.Carta Confidencial En esta carta, que tiene fecha del 2 de febrero y presenta un sello de confidencial, Rafel Sebasti¨¢n Guill¨¦n le discute a Moctezuma una versi¨®n gubernamental que habla de movimientos de la guerrilla fuera de la zona de su acantonamiento que violan los acuerdos a los que ambos llegaron durante su reunion. "Usted sabe muy bien", -le recrimina Marcos a Moctezuma, que los retenes fuertemente armados y el avance de tropas zapatistas en Los Altos a que se refiere es una mentira. Lo ¨²nico que hab¨ªa era un puesto civil, de revisi¨®n para evitar la introducci¨®n de armas, alcohol y el tr¨¢fico de estupefaciente!". Y agrega: "Esta es una decisi¨®n de las autoridades civiles, no del EZLN. Los mismos medios de comunicaci¨®n dan cuenta de que las personas que se encontraban en esos retenes no portaban armas". Marcos, que reconoce haber llegado en su reuni¨®n con Moctezuma a algunos acuerdos, le dice ahora en esta carta que si lo que se trata es de buscar, con presiones militares, una nueva reuni¨®n, le est¨¢n "enga?ando". Y precisa despu¨¦s: "Los zapatistas respondemos alas presiones militares con iguales medidas porque no nos intimidan las amenazas". En otro momento de la carta, el subcomandante Marcos revela su presentimiento.: "Recuerde que, en la entrevista del 15 de enero de 1995, usted me dijo que muchos pensaban que s¨®lo est¨¢bamos ganando tiempo, con lo del di¨¢logo y que yo le respond¨ª que nosotros pens¨¢bamos que usted estaba ganando tiempo para preparar la soluci¨®n militar. Tal vez esto ¨²ltimo sea la verdad y tal vez entre las condiciones secretas pactadas por el se?or Zedillo para el pr¨¦stamo de Estados Unidos est¨¦ la de aniquilarnos. Si esto -es as¨ª, pues pueden proceder ustedes cuando gusten. Nosotros combatiremos hasta el ¨²ltimo hombre".
Marcos se?ala que no volver¨¢ a sentarse en una mesa -de negociaci¨®n si sigue la presi¨®n militar y que sus guerilleros siguen en las posiciones a las que retornaron en diciembre de 1994. "Si todo es un pretexto para la acci¨®n militar, lamento que el regimen del se?or Zedillo haya decidido mancharse las manos con sangre ind¨ªgena y que usted sea c¨®mplice de esta barbarie".
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