El pianista Maurizio Pollini arremete contra la faIta de rigor en la difusi¨®n de la m¨²sica cl¨¢sica
El int¨¦rprete se sit¨²a "en el polo opuesto" a Pavarotti, Domingo y Carreras
"No estoy interesado en los tres tenores, el ¨¦xito de sus discos me parece un fen¨®meno de la m¨²sica ligera y soy esc¨¦ptico de que as¨ª puedan ayudar a difundir la m¨²sica". Maurizio Pollini, uno de los grandes delpiano mundial, se sit¨²a "en el polo opueso" al ¨¦xito masivo de los discos de arias de Pavarotti, Domingo y Carreras. En los a?os setenta, junto a Claudio Abbado y Luigi Nono, Pollini acud¨ªa a peque?os pueblos y barrios obreros italianos a tocary explicar la m¨²sica. El movimiento se llam¨® m¨²sica realit¨¤. Hoy, el pianista piensa que aquello era un proyecto ut¨®pico, pero lo recuerda con a?oranza frente a la falta de rigor que observa en la divulgaci¨®n de la m¨²sica cl¨¢sica.
El pasado jueves, Maurizio Pollini, de 53 a?os, obtuvo un enorme ¨¦xito en Madrid en el concierto ofrecido en el Auditorio Nacional de M¨²sica. Junto a su camerino, una legi¨®n de seguidores lo recibi¨® entre ovaciones. ?l no est¨¢ de acuerdo con Glenn Gould, el pianista canadiense que dej¨® de creer en los recitales cara al p¨²blico y se retir¨® a los estudios de grabaci¨®n. "El concierto es el momento en el que se manifiesta la realidad de la m¨²sica", dice. "La comunicaci¨®n directa me parece importante, creo que incluso en un estudio de grabaci¨®n se interpreta imaginando al p¨²blico".Pollini es un hombre muy t¨ªmido que atraviesa los salones del hotel como una exhalaci¨®n. Pregunta si la entrevista puede retrasarse cinco minutos porque quiere dar un paseo. Y sale a fumar un cigarrillo sin boquilla mientras anda por las calles pr¨®ximas al Museo del Prado.
Con una trayectoria de izquierdas en la que la instrucci¨®n tiene valor para el artista, y frente a los miles de discos, que Pavarotti, Domingo y Carreras venden como churros, Pollini propone una f¨®rmula m¨¢s rigurosa de divulgar la m¨²sica. "Creo que ser¨ªa necesario ampliar el repertorio est¨¢ndar y alejarse de lo convencional. El repertorio se basa hoy en d¨ªa en obras de los siglos XVIII y XIX, y pienso que deber¨ªa abarcar a la m¨²sica contempor¨¢nea, los llamados cl¨¢sicos del siglo XX, adem¨¢s de a los compositores menos conocidos del XVIII, del XIX y de la m¨²sica antigua. Todo esto ser¨ªa extraordinariamente importante para darle br¨ªo a la vida musical".
"Se puede interpretar un aria de Verdi y ciertamente resulta un gran momento", explica Maurizio Pollini refiri¨¦ndose a los fragmentos oper¨ªsticos para la exhibici¨®n vocal de los tres tenores. "Pero sin la conexi¨®n al drama, a la ¨®pera para la que fue concebida, se convierte en algo vac¨ªo de significado. Ojal¨¢ esos discos sirvan para algo".
Experimento
Y Pollini recuerda aquella experiencia de la m¨²sica-realit¨¤, "un experimento en la regi¨®n de Reggi¨®-Emilia consistente en llevar los conciertos a las peque?as poblaciones y organizar encuentros con el p¨²blico para explicarles la m¨²sica, algo que ahora mismo ha desaparecido del mundo musical. Nos parec¨ªa importante expresar con palabras la construcci¨®n y el significado de las obras, ayudando a una mejor comprensi¨®n. Fue una experiencia interesante en un momento en el que unos cuantos m¨²sicos nos sentimos dispuestos a intentar algo fuera de lo convencional en el terreno de la m¨²sica".
Maurizio Pollini acaba de grabar los conciertos para piano de Beethoven con su amigo Claudio Abbado como director. C¨¦lebre por sus exquisitas interpretaciones no s¨®lo de Chopin, Schumann o Brahms sino tambi¨¦n de Schoenberg o Webern, de Nono, Manzoni, Boulez o Stockhausen, el pianista milan¨¦s expresa su rechazo hacia la maquinaria de intereses que mueve a los int¨¦rpretes por los escenarios del mundo. "No deber¨ªa hacerse de esa manera", afirma. "Un artista que va a Londres o a otro sitio, ve al director por la ma?ana, ensaya, ofrece el concierto por la tarde y se va. Si en la m¨²sica de c¨¢mara se ensaya durante d¨ªas, ?por qu¨¦ en un concierto para piano y orquesta muchas veces se programa un solo ensayo?" Pollini se niega a actuar con un solo ensayo. Lo m¨ªnimo que acepta son dos, y aun as¨ª le parece poco.
El pianista observa tambi¨¦n con estupor la falta de comprensi¨®n de muchos de sus colegas hacia la m¨²sica contempor¨¢nea. "No creo que ese desinter¨¦s sea una cuesti¨®n de comercialidad, sino de gusto", dice. "Hay muchos m¨²sicos a los que simplemente no les interesa el repertorio contempor¨¢neo, cuando deber¨ªa ser parte esencial en su formaci¨®n, un inter¨¦s absolutamente necesario".
En el aspecto interpretativo, Pollini se detiene a explicar las dos relaciones que establece con las obras a medida que pasan los a?os. "Una, respecto a la concepci¨®n de la obra, var¨ªa muy lentamente en el tiempo", comenta. "La mayor¨ªa de las veces mi concepci¨®n no cambia. La otra tiene que ver con algo que ocurre en el momento de la interpretaci¨®n: es algo que no se puede predecir, que no forma parte de lo que hab¨ªas decidido o deseabas tocar porque se produce en el instante mismo. Y en este sentido la variaci¨®n se produce todo el tiempo, en el detalle de la expresi¨®n, que cambia d¨ªa a d¨ªa".
Vuelta a los ideales
Maurizio Pollini obtuvo a los 18 a?os el gran premio Chopin de Varsovia, con un jurado presidido por Rubinstein, quien destac¨® la absoluta superioridad del joven italiano "desde el primer instante". Fue disc¨ªpulo de Benedetti-Michelangeli y ha desarrollado una admirable carrera en la que sorprende la fusi¨®n del rigor t¨¦cnico, est¨¦tico y pedag¨®gico con un esp¨ªritu antielitista.
En el terreno pol¨ªtico, est¨¢ convencido de que los verdaderos principios del socialismo tienen que recuperarse todav¨ªa. "Creo que hay ciertas cosas que. el ser humano tratar¨¢ siempre de lograr", dice. "Entre ellas est¨¢n, por ejemplo, la libertad y la justicia. Los pa¨ªses comunistas cayeron porque no tuvieron en cuenta el ideal de la libertad humana, que es esencial. Y la justicia tambi¨¦n deber¨ªa formar parte para; siempre de la base del pensamiento humano. Cuando comparo la situaci¨®n econ¨®mica entre los pises ricos y los pobres del mundo ese, ideal de justicia se hace pedazos. Y aunque no s¨¦ c¨®mo se desarrollar¨¢n los acontecimientos, la necesidad del socialismo o de algo que pueda sustituirlo sigue estando ah¨ª porque asimismo permanece el deseo de alcanzar aquellos viejos ideales".
Preocupado por Italia
Maurizio Pollini considera la situaci¨®n italiana "muy preocupante, porque despu¨¦s de asistir al hecho maravilloso de la ca¨ªda de una clase pol¨ªtica corrupta y malvada, el peligro est¨¢ ahora en que puede ser sustituida por otra incluso peor". El pianista considera que si alguna ventaja ten¨ªa el mal gobierno del pasado "era su debilidad, que dejaba al pa¨ªs la posibilidad de respirar. Un mal Gobierno d¨¦bil es mejor que un mal Gobierno fuerte. Y ahora que vamos en la direcci¨®n de una rep¨²blica presidencialista, porque tal es el prop¨®sito de la derecha, la realidad puede convertirse en un desastre".Los intentos de separaci¨®n entre la Italia rica y la pobre le parecen absurdos a alguien como Maurizio Pollini, cuyo compromiso pol¨ªtico se dirigi¨® en el pasado contra las dictaduras de Latinoam¨¦rica y la guerra de Vietnam.. "Puedo entender la posibilidad de descentralizaci¨®n o de un Gobierno federal en Italia", afirma, "pero el pa¨ªs est¨¢ unido, y seria un verdadero sin sentido, cuando en Europa, e incluso en los pa¨ªses del Este, se tiende a la unidad, intentar algo contrario a ese esp¨ªritu. Ser¨ªa est¨²pido porque el mundo moderno se dirige a la conexi¨®n entre pa¨ªses, a lograr el inter¨¦s com¨²n, a una Europa unida".
Babelia
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