Ciencia-ficci¨®n para ense?ar ciencia
Utilizar la ciencia-ficci¨®n para la motivaci¨®n y la docencia en el ¨¢mbito de las ciencias puede parecer sorprendente. Pero no lo es. Y ya ha empezado a hacerse, incluso en Espa?a.La ciencia-ficci¨®n es, antes que nada, arte y, como tal, parece pertenecer a un mundo distinto al que consideramos propio de la ciencia. Pero la buena ciencia-ficci¨®n es capaz de presentar especulaciones arriesgadas que nos hacen meditar sobre nuestro mundo y nuestra organizaci¨®n social o sobre los efectos y las consecuencias de la ciencia y la tecnolog¨ªa en las sociedades que las utilizan. Esta es la vertiente m¨¢s reflexiva de un g¨¦nero, la que a menudo ha servido para caracterizar la ciencia-ficci¨®n escrita como una verdadera "literatura de ideas". Una literatura que ha utilizado especulaciones inteligentes surgidas en todos los ¨¢mbitos y tambi¨¦n en el de la ciencia y la tecnolog¨ªa.
Y todo ello sin olvidar las posibilidades de maravilla y de admiraci¨®n casi inagotables que ofrece la ciencia-ficci¨®n. Los nuevos mundos y seres, las nuevas culturas y civilizaciones, las nuevas posibilidades de la ciencia y de la tecnolog¨ªa, nos hablan de un universo distinto que contemplamos maravillados y sorprendidos, adentr¨¢ndonos en sugerentes posibilidades. Y son precisamente esas maravillas las que atraen, como no pod¨ªa ser menos, a los j¨®venes que se interesan por la tem¨¢tica y contenidos de la ciencia-ficci¨®n, encontrando en sus contactos con ella motivo de diversi¨®n, pero tambi¨¦n de reflexi¨®n original y prometedora.
En el mundo anglosaj¨®n fueron los miembros de la Science Fiction Research Association quienes, ya en los a?os setenta, empezaron a usar la ciencia-ficci¨®n en la docencia, primero, de la lengua y la literatura inglesas y, posteriormente, de las ciencias sociales, hasta llegar tambi¨¦n a las ciencias f¨ªsicas. En Espa?a, en los a?os ochenta, Jes¨²s Ib¨¢?ez fue pionero en utilizar narraciones de ciencia-ficci¨®n en los cursos de doctorado de Sociolog¨ªa en la Universidad Complutense de Madrid, de la misma forma que Antonio Ara utiliz¨® el g¨¦nero para la docencia de la f¨ªsica en un instituto tinerfe?o. Otros han seguido sus pasos, como Pilar Porred¨®n que usa la ciencia-ficci¨®n para ense?ar ciencias naturales en un instituto barcelon¨¦s, o los profesores Jordi Jos¨¦ y Manuel Moreno, de la Universidad Polit¨¦cnica de Catalu?a, con un exitoso curso sobre F¨ªsica y ciencia-ficci¨®n.
Sus experiencias, usando narraciones breves o secuencias de conocidas pel¨ªculas de ciencia-ficci¨®n, demuestran c¨®mo el g¨¦nero puede utilizarse como eficiente herramienta de motivaci¨®n para despertar en los estudiantes el inter¨¦s y la necesidad de saber y de investigar la ciencia, intentando explicar los fen¨®menos cient¨ªficos e incluso los errores que, muy a menudo, acompa?an a la ciencia-ficci¨®n. Porque no es necesario que la ciencia-ficci¨®n, arte y narrativa en definitiva, sea exacta y correcta en su uso de la ciencia y de la t¨¦cnica. Basta utilizar el evidente atractivo que los j¨®venes sienten por la tem¨¢tica de la ciencia-ficci¨®n para estimular la reflexi¨®n sobre hechos cient¨ªficos y sacar ense?anzas de los mismos. Como en otros tantos casos, se aprende incluso del error.
Hay amplias perspectivas en muchos ¨¢mbitos cient¨ªficos y tecnol¨®gicos: f¨ªsica, biolog¨ªa, ingenier¨ªa, inform¨¢tica, etc¨¦tera. Las posibilidades educativas de la ciencia-ficci¨®n son innumerables, s¨®lo faltan buenos docentes que se atrevan a utilizarla."
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.