EL CHIVO DE LOS HUEVOS DE ORO
En la tierra de los milagros hoy existe finalmente cura infalible para la impotencia y la esterilidad. Ese, al menos, es el rumor que ha convertido a un fenomenal chivo hermafrodita en objeto de adoraci¨®n y a su due?o -un alba?il palestino en el paro- en firme candidato a la fortuna. Palestinos de todas las edades acuden diariamente a la vecina aldea cisjordana de Siniriya en pos de la leche del chivo que, dotes masculinas aparte, se campea por aquel pintoresco rinc¨®n de Tierra Santa con una min¨²scula pero aparentemente prodigiosa ubre. Como la gallina de los huevos de oro, el chivo -llamado Abu Mosaid, o "el padre de la esperanza-"ha resuelto los problemas econ¨®micos de su due?o, Murid Sheik, un obrero de 38 a?os y padre de 11 hijos que se vio s¨²bitamente impedido de trabajar en Israel tras el cierre de los territorios ocupados decretado hace m¨¢s de un mes tras un cruento ataque terrorista. Sheik dice que ahora gana unos 150 d¨®lares diarios vendiendo la leche de Abu Musaid. Cada vaso cuesta 30 d¨®lares. Prueba cient¨ªfica todav¨ªa no existe, pero un palestino ansioso de prole a sus 33 a?os, dijo ayer que dos sorbos de la leche del chivo de marras ha "mejorado incre¨ªblemente" la situaci¨®n en su lecho nupcial. Igualmente contento, el due?o del chivo dice que ha abandonado para siempre la plomada y el badilejo-
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