Dilemas mexicanos
ELEGIDO CON la base del doble compromiso de sanear la econom¨ªa y limpiar la pol¨ªtica nacional, el presidente mexicano, Ernesto Zedillo, se enfrenta a una situaci¨®n definida por una crisis econ¨®mica sin precedentes y la evidencia de que la corrupci¨®n alcanza al coraz¨®n mismo de la clase dirigente. El cuantioso cr¨¦dito de 50.000 millones de d¨®lares concedido por el Gobierno de Estados Unidos no ha conseguido frenar el deterioro del peso ni contener una inflaci¨®n que aterra a las clases medias y dificulta las reformas de cuyo ¨¦xito depende en buena medida la cohesi¨®n social. Pero es a¨²n mayor el desastre pol¨ªtico.La descomposici¨®n del Partido Revolucionario Institucional (PRI), el partido que gobierna M¨¦xico desde hace m¨¢s de 60 a?os, se ha puesto de manifiesto en el estallido de esc¨¢ndalos sensacionales: Ra¨²l Salinas (hermano del ex presidente Carlos Salinas de Gortari) est¨¢ en la c¨¢rcel acusado de ser el inspirador del asesinato del antiguo secretario general del PRI Francisco Ruiz Massieu. Al mismo tiempo, las investigaciones sobre el asesinato de Donaldo Colosio, que fue el primer candidato a la presidencia (antes de Zedillo), han descubierto que no fue un crimen individual, sino fruto de una conspiraci¨®n. Y las sospechas recaen sobre la c¨²pula que rodeaba al ex presidente Salinas. Por otra parte, un hermano de Ruiz Massieu se halla detenido en EE UU acusado de haber introducido en ese pa¨ªs sumas cuantiosas de d¨®lares. El Gobierno mexicano pide su extradici¨®n ante la aparici¨®n de sospechas de complicidad en el asesinato de su hermano.
Estamos ante un entramado de cr¨ªmenes en la c¨²pula del PRI. Frente al intento de depurar ese partido y de establecer un sistema democr¨¢tico limpio, objetivo con el que se hab¨ªan comprometido l¨ªderes como Colosio y Ruiz Massieu, las fuerzas opuestas a cualquier renovaci¨®n han puesto en marcha m¨¦todos criminales, benefici¨¢ndose de complicidades en el aparato del PRI y del Estado, e incluso, al parecer, en el seno de las familias de los m¨¢ximos dirigentes. El ex presidente Salinas, a la vista de que las sospechas se acercaban a su persona, tuvo la ocurrencia ins¨®lita de anunciar que se pon¨ªa en huelga de hambre en defensa de su honor; extravagancia que finalmente no llev¨® a efecto, pero que indica el grado de desconcierto existente en la clase dirigente.
A pesar de que da muestras de buena fe y de deseo de seguir por el camino de la limpieza, Zedillo se enfrenta a demasiados problemas a la vez. Su doble movimiento en relaci¨®n a los zapatistas -ofensiva para recuperar el control del territorio y oferta de negociaci¨®n- requiere, para alcanzar la estabilidad, reformas concretas que ofrecer a los campesinos de Chiapas. Pero el severo plan de ajuste anunciado el jueves, necesario para tranquilizar a EE UU y al Fondo Monetario Internacional, supondr¨¢ recortes dr¨¢sticos en el poder adquisitivo de los trabajadores y un aumento seguro del desempleo. Escenario poco propicio para las reformas sociales.
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