Un problema h¨ªst¨®rico
Los comunicados de agencia sit¨²an los choques m¨¢s duros entre manifestantes y polic¨ªas en Estambul cerca de la Asociaci¨®n Cultural Hacibektas. El dato evoca la participaci¨®n de una de las corrientes de disidencia religiosa que convergieron en el alevismo, los bektachis, seguidores de Hacibektas Vely, un sant¨®n shi¨ª de Capadocia que en el siglo XIII comenz¨® a formar misioneros de su doctrina y que acabar¨ªa convirti¨¦ndose en el patr¨®n espiritual del cuerpo de los jen¨ªzaros, los soldados de origen cristiano al servicio del sult¨¢n. Disc¨ªpulo a su vez de un jefe rebelde, sus seguidores encabezar¨ªan en el XVI una amplia insurrecci¨®n en Anatolia contra el sult¨¢n osmanl¨ª. Ese sentido de oposici¨®n les llevar¨ªa a conectar con otro grupo religioso turco enfrentado al sult¨¢n, los cabezas rojas (kizilbas), por el color del tocado cuyas 12 estr¨ªas evocaban los imames del linaje de Al¨ª. Su derrota en 1514 por Selim I en Chaldiran dejar¨¢ paso a una dur¨ªsima represi¨®n.Por debajo de estas peripecias tr¨¢gicas, el contenido de las doctrinas, m¨¢s riguroso en los bektachis, marcado por el shamamismo y los rasgos tribales en los kizilbas, evocaba las dificultades para las poblaciones turcas instaladas en Anatolia, tanto de soportar el dominio osmanl¨ª como de asumir la intransigencia del islam sun¨ª. Esa imperfecta articulaci¨®n se refleja en el alcance y la intensidad de un proselitismo llevado a cabo en condiciones muy dif¨ªciles, de persecuci¨®n y consiguiente clandestinidad. Hasta el punto de que cabr¨ªa ver en el alevismo una forma de resistencia de fondo a una islamizaci¨®n inevitable. El rechazo de las ceremonias que se?alizan al creyente sun¨ª, como el rezo en la mezquita o la peregrinaci¨®n a La Meca, la reducci¨®n del papel de Mahoma y del propio Al¨¢ a la condici¨®n de componentes de una trinidad en la que destaca la figura de Al¨ª, la confesi¨®n de los pecados, el papel de las mujeres, el antropocentrismo, viendo en el hombre el reflejo de la divinidad, son rasgos que hacen al alevismo una herej¨ªa, excepcional, incluso centro de un abanico doctrinal tan abierto como el shi¨ªsmo.
Los rituales alevis evocaban una transgresi¨®n de toda regla de los deberes del islam: asistencia mixta a las ceremonias, uso del raki o anisado, intervenci¨®n de la m¨²sica y la danza, acusaci¨®n de incesto ritual, etc. Ello explica la intensidad de las persecuciones e incluso pogromos, el ¨²ltimo de ellos en el interior de Anatolia en 1974. Tambi¨¦n los alevis emigraron en gran n¨²mero a Estambul y llegaron a integrar un quinto de su poblaci¨®n.
Hoy, las estimaciones para toda Turqu¨ªa oscilan entre los 10 millones y los 15 millones.
Herederos de las creencias originarias del pueblo turco, los alevis ver¨¢n con alivio la ca¨ªda del sultanato y el giro laico dado por Mustaf¨¢ Kemal. Hay decumentos que presentan a ¨¦ste como reencarnaci¨®n del imam oculto shi¨ª. El doble componente de protesta y nacionalismo no confesional les convirti¨® en un soporte sociol¨®gico de la Turquia de Atat¨¹rk. Al ser. puesta hoy en cuesti¨®n por la marea integrista, es l¨®gico que estos herejes se conviertan en el enemigo a abatir.
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