El comandante en limusina
De uniforme en el Louvre y de traje con los empresarios, Par¨ªs relaj¨® a Fidel Castro
, Tan afligido siempre por el imperialismo yanqui, lo primero que hizo Fidel Castro como turista en Par¨ªs tuvo algo de parad¨®jico: se acerc¨® a los Inv¨¢lidos y deposit¨® un ramito sobre la tumba de Napole¨®n, el ¨²ltimo gran emperador de Francia. El l¨ªder m¨¢ximo de Cuba dedic¨® la ma?ana de ayer a recorrer las avenidas de la capital francesa a bordo de su limusina oficial y entre un gran aparato de motoristas y sirenas, y se detuvo en dos lugares: el citado mausoleo y el Museo del Louvre.Castro se mostraba relajado, pimpante y feliz, pero no tanto como su gu¨ªa tur¨ªstico, el ex ministro socialista Jack Lang. Hac¨ªa ya dos a?os que a Lang, alejado de su querido Ministerio de Cultura, no le dejaban entrar en su Louvre como cabeza de comitiva y con escolta. Ayer se resarci¨®. Aprovechando que era martes, d¨ªa de cierre, Castro y Lang pasearon a sus anchas y contemplaron la Gioconda sin su habitual orla de turistas.
El enigm¨¢tico retrato de Leonardo da Vinci, la Victoria de Samotracia y la Venus de Milo fueron las piezas por las que m¨¢s se interes¨® el l¨ªder cubano, quien, por el contrario, y pese. a los esfuerzos did¨¢cticos de Jean Galard, director de los servicios culturales del Louvre, no mostr¨® curiosidad por la historia del museo. Castro, que visti¨® para la ocasi¨®n su impermeable verdeoliva y sus botas militares, estuvo "muy amable y perspicaz", seg¨²n Galard.
Por la tarde, Fidel Castro careci¨® de la compa?¨ªa y las caranto?as de Jack Lang. Pero los 300 empresarios franceses con los que se enfrent¨® no fueron menos obsequiosos. A su llegada a la sede de la patronal, con el traje y la corbata de las grandes ocasiones y un retraso de media hora, los potenciales inversores en Cuba le recibieron con una fenomenal salva de aplausos. Y le rieron todas las gracias: "No crean ustedes que ya no soy comunista; A mi edad, no estoy para pasarme al capitalismo, es demasiado tarde para eso", arranc¨®, ante el embeleso de la audiencia.
El comandante describi¨® Cuba, "el ¨²nico pa¨ªs del mundo a¨²n sometido a bloqueo por los EE UU", como una excelente inversi¨®n. "Tenemos la poblaci¨®n mejor educada del Tercer Mundo, y adem¨¢s no hace huelgas", proclam¨®, para a?adir que quienes se animaran a llevar sus francos a la isla no tendr¨ªan problemas con la corrupci¨®n: "Nuestros ministros, cr¨¦anlo, no son de los que piden comisiones". "Cientos de empresas norteamericanas hablan con nosotros, algunas han firmado acuerdos para el caso de que se levante el bloqueo", explic¨®, "pero se sienten discriminadas cuando ven que los franceses, espa?oles y alemanes est¨¢n ya vini¨¦ndose con nosotros".
Castro adul¨® cuantas veces hizo falta a sus "queridos amigos, los empresarios franceses", que "no se dejan impresionar por el bloqueo norteamericano" y "saben resistir a las presiones exteriores", y acab¨® llam¨¢ndoles a "participar" en la apertura de la isla a los capitales extranjeros. "Un proceso que se desarrolla", se?al¨®, "dentro del m¨¢ximo orden". Uno de los empresarios asistentes calific¨® el acto de "un poco surrealista, pero sin duda interesante".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.