Sangrienta misoginia
Tapar, amordazar y recluir a la mujer es una obsesi¨®n de todos los movimientos islamistas que agitan el mundo musulm¨¢n. Para intentar dar legitimidad te¨®rica a tan aberrante pretensi¨®n, esgrimen tradiciones que en muchos casos son locales y premusulmanas o usan citas sacadas de su contexto del Cor¨¢n y la vida de Mahoma y los primeros califas. En ocasiones, hasta argumentos supuestamente progresistas. El chador ser¨ªa un modo de evitar que el vestido femenino evidencie las diferencias de clase y tambi¨¦n de impedir que la mujer sea vista como un objeto sexual.Frente a esa actitud se alzan no pocas voces en el mundo musulm¨¢n -la de la escritora Fatima Memissi es tan s¨®lo una de ellas- que afirman que el aut¨¦ntico Islam no est¨¢ obligado a ser particularmente mis¨®gino. Explican que las medidas concretas que hoy nos parecen m¨¢s aberrantes -el velo, la reclusi¨®n en casa o la limitaci¨®n de la poligamia a cuatro mujeres -esposas- fueron adoptadas para mejorar la suerte de las mujeres, que en la Arabia premusulmana estaban consideradas como algo apenas superior a las cabras. El sult¨¢n marroqu¨ª Mohamed V, descendiente de Mahoma y padre de Hassan II, era de la posici¨®n progresista. En un c¨¦lebre acto desarrollado en T¨¢nger, el sult¨¢n quit¨® el hiyab a sus hijas. Desde entonces, las princesas marroqu¨ªes van con el cabello descubierto.
Ahora, los b¨¢rbaros del GIA se dedican a degollar muchachas argelinas. Nada puede justificar este nuevo horror. Que el anatema de Dios y la justicia de los hombres caigan sobre ellos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.