Redes de conveniencia
El sector del cable lucha en Estados Unidos por el mercado telef¨®nico
Por m¨¢s que Estados Unidos sea el pa¨ªs de la televisi¨®n, los actores de esta obra son tantos que ya no caben en el escenario.Adem¨¢s de competir con las cadenas generalistas, los operadores de cable ven amenazada su primac¨ªa en la televisi¨®n de pago por la aparici¨®n de ofertas v¨ªa sat¨¦lite. En este contexto, la Asociaci¨®n Norteamericana del Cable, que ejerce de lobby ante las C¨¢maras legislativas, acaba de lanzar una masiva campana publicitaria para impresionarles: ofrecen grandes mejoras en la relaci¨®n con los clientes y pretenden que se les permita tambi¨¦n ofrecer servicios telef¨®nicos.La campa?a se inicia cuando los legisladores est¨¢n considerando una doble modificaci¨®n de la ley vigente, destinada a, desregular los precios que la televisi¨®n por cable cobra a los usuarios; y a dejar que el cable empiece a servir llamadas telef¨®nicas, en competencia con las compa?¨ªas tradicionales.
Un fen¨®meno semejante s¨®lo se ha desarrollado hasta ahora en el Reino Unido, un mercado liberalizado en 1991. Eso permiti¨® al mayor operador de cable de los. Estados Unidos, TCI, ofrecer a los brit¨¢nicos, simult¨¢neamente, servicios de tel¨¦fono y de televisi¨®n, todo en una, pieza. Los operadores norteamericanos de cable est¨¢n decididos a intentar lo mismo en su propio pa¨ªs; pretenden morder el 10% de los 90.000 millones de d¨®lares (12 billones de pesetas) que actualmente ingresan las compa?¨ªas telef¨®nicas locales en este pa¨ªs. Lo cual representar¨ªa un buen pellizco para los operadores de cable, que actualmente obtienen 23.000 millones de d¨®lares al a?o (300.000 millones de pesetas).
La primera gran operaci¨®n telef¨®nica de los operadores de cable se va a desarrollar en las comunicaciones m¨®viles. Las cableoperadoras TCI, Comcast y Cox, en alianza con la telef¨®nica Sprint, ganaron el lunes pasado 29 licencias para comunicaciones personales m¨®viles (PCS), que cubren a 145 millones de posibles usuarios en las mayores ¨¢reas metropolitanas del pa¨ªs, entre ellas Nueva York, San Francisco, Detroit, Dallas y Boston. Los ganadores de este concurso han ofrecido 2.000 millones de d¨®lares por estas licencias (270.000 millones de pesetas). "Los ganadores tienen la oportunidad de ser las compa?¨ªas de tel¨¦fonos del siglo XXI", ha declarado Reed Hundt, presidente de la Comisi¨®n Federal de Comunicaciones, que es la autoridad independiente que ha concedido las licencias. Frente a la ofensiva del cable, las empresas de tel¨¦fonos tampoco se quedan quietas.
Competencia
Si aqu¨¦llos pretenden entrar en el mercado de llamadas, ¨¦stas quieren dar televisi¨®n a trav¨¦s de sus redes. As¨ª que unas y otras tienen ancho campo para luchar entre s¨ª, en lo que llaman "ejercicio de la competencia".
Para permitir que las fieras comiencen a despedazarse, el poder legislativo tiene que abrir la puerta que todav¨ªa les separan. Pero parece que no hay problema. La nueva mayor¨ªa republicana est¨¢ dispuesta a levantar la barrera muy pronto: le basta con aprobar las modificaciones de la ley de telecomunicaciones, en tr¨¢mite desde la legislatura anterior.
?Llegar¨¢ realmente a producirse una batalla sin cuartel en el mercado de comunicaciones m¨¢s desarrollado del mundo? Si hasta hace un a?o no se hablaba m¨¢s que de fusiones gigantescas entre compa?¨ªas de tel¨¦fonos y operadores de cable, para abordar juntos el sue?o de las autopistas de la comunicaci¨®n, ahora la estrategia consiste en fortalecerse todo lo que puedan, cada sector por separado, ante un futuro muy cercano en que todos competir¨¢n por los mismos mercados.
Rich D'Amato, uno de los directivos de la Asociaci¨®n Norteamericana del Cable, cree que la batalla legal est¨¢ a punto de ganarse: la legislaci¨®n en vigor para el sector "es ya un asunto del pasado". D'Amato habla con EL PMS tras almorzar con un grupo de senadores republicanos. Le han dejado claro que su partido est¨¢ dispuesto a liberalizarlo todo en el menor tiempo posible.
TCI, el mayor operador norteamericano de cable (11 millones de abonados) considera natural el proceso en marcha. "La Comisi¨®n Federal de Comunicaciones [autoridad reguladora] forz¨® una reducci¨®n de los precios en febrero pasado. Al d¨ªa siguiente se vino abajo la fusi¨®n de la Bell Atlantic y de la TCI", comenta David krone, director de asuntos gubernamentales de esta ¨²ltima compa?¨ªa. Los bancos est¨¢n nerviosos porque tienen mucho dinero comprometido en la industria del cable, y la desrregulaci¨®n es la receta salvadora que invocan unos y otros.
"Es un momento fascinante", asegura John Burgess, el editor de las p¨¢ginas de comunicaci¨®n de The Washington Post, mientras sopesa los informes de sus seis reporteros y consulta su correo electr¨®nico recibido por Internet, en la enorme y silenciosa sala de redacci¨®n del diario de la capital.
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